Crónica Parlamentada | “Miren, las leyes aquí están para violarse y todos lo sabemos”

Si alguna vez los productores de “La Rosa de Guadalupe” necesitan material para sus historias de impacto, no dudaremos en invitarlos al Congreso de Sinaloa. Hoy, a la diputada María Victoria Sánchez, le voló el cabello cual vientecito de iluminación divina como en aquel melodrama televisivo mientras defendía a su compañera Francisca Abelló. Solo le faltó la flor junto a la curul.

Inspirada, la madre de la también legisladora pero federal Merary Villegas y pariente de una interminable lista de cuadros morenistas con hueso, recitó una de las frases que bien le hubieran valido refrendar el Nóbel a García Márquez u Octavio Paz: “Miren, las leyes aquí están para violarse y todos lo sabemos”.

Bueno, recapitulemos. Este jueves, la sesión en el Recinto del Pedro Infante (por aquello del boulevard), era más tediosa de lo normal. Las lecturas de los diputados y sus posicionamientos no salieron de los mismos esquemas de siempre: morenistas y priístas echándose indirectas en tribuna y el resto de los grupos parlamentarios viendo pasar el tiempo.

Y cuando todos miraban jubilosos el reloj porque estaba a punto de terminarse el suplicio de escuchar tanta dislexia legislativa y lecturas con grado de tortura, la diputada morenista Francisca Abelló iluminó la tarde.

Muy segura de sí, sin titubear, alzó la mano y le pidió al presidente de la Mesa Directiva Marco César Almaral le permitiera leer un posicionamiento en Asuntos Generales. El petista le comentó que ya no se podía, porque ya se estaban desahogando esos puntos, y le aclaró que eso debió de haberlo solicitado o en la reunión de la Junta de Coordinación Política o al inicio de la sesión.

Pero la aclaración le valió a Abelló Jordá, quien insistió en pasar a leerlo, diciendo que solo era media página y que se trataba de un texto para recordar la muerte del revolucionario Ricardo Flores Magón. Más de uno pensó ¿tanto pancho para eso?, pero lo mejor estaba por venir.

Tras dimes y diretes entre grupos contrarios, la morenista Flor Emilia Guerra se levantó, tomó el micrófono y pidió al pleno seguir con la sesión, mientras su coordinadora Graciela Domínguez parecía apoyarla con la mirada. Todo parecía haber quedado ahí, en un simple berrinche de Francisca Abelló, pero María Victoria Sánchez pidió la palabra.

Se levantó y tajantemente dijo: “Miren, las leyes aquí están para violarse y todos lo sabemos”. Tras ello, volteó a ver a la raza priísta, a quien acusó de aplicar esa doctrina a conveniencia y no dejar que ahora ellos la usen. O sea, no los dejan romper tantito la norma con tal de cumplir un capricho.

Al final, ni Abelló leyó su escrito y Sánchez Peña se exhibió. Lo único que salvó la tarde fue una jocosa viejita en el público que, tras escuchar la frase, dijo “Quien fuera ley”…

Moraleja: Si quieres conocer a Inés, vive con ella un mes.

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