Urzúa revela sus desacuerdos con AMLO sobre aeropuerto, Dos Bocas, impuestos y CFE

Ciudad de México.- A unos días de haber presentado su renuncia a la Secretaría de Hacienda, Carlos Urzúa explicó cuáles fueron sus principales desacuerdos con el presidente Andrés Manuel López Obrador, y además señala que sus señalamientos sobre conflicto de interés e imposiciones están enfocados en Alfonso Romo.

 Urzúa mencionó de entrada que él estuvo a favor de que continuara la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, el llamado NAIM, obra que fue cancelada por el gobierno de López Obrador, luego de una consulta ciudadana. 

“La obra estaba muy  avanzada y había demasiado dinero de por medio. Si bien es cierto que muchos de los terrenos aledaños estaban controlados por gente vinculada a la administración anterior, un gobierno fuerte como el de López Obrador podría haberlos expropiado por razón de Estado”, dijo Urzúa.

El ahora exfuncionario federal consideró un error el que se haya puesto tanto dinero este año del presupuesto federal en proyectos que “no podían despegar rápido”, como el aeropuerto de Santa Lucía o el Tren Maya, y que hubiera sido preferible destinar esos recursos  a proyectos como carreteras.

“Eso explica en gran medida por qué la inversión pública se cayó”, dijo Urzúa. 

En cuanto a la refinería de Dos Bocas, consideró que “no es óptimo” construirla en las condiciones actuales, ya que aunque el gobierno de López Obrador defiende que puede construirla con 8 mil mdd, empresas y expertos dicen que en realidad se gastarían al menos 15 mil mdd, y la construcción tardaría más de tres años.

“No puedes persistir en una idea cuando hay empresas que saben más que tú y dicen lo contrario”, dijo Urzúa a Proceso, además de respaldar que en lugar de la refinería se invierta más en exploración y producción de Pemex.

Urzúa también mencionó que una diferencia importante con López Obrador es en cuanto a aumentar los impuestos, ya que él sí respalda una reforma fiscal como una forma de combatir la desigualdad, y el mandatario rechaza esa medida, “quizás por el costo electoral”.

Otro de los puntos de conflicto que señaló Urzúa está relacionado con el gasoducto que va de Texas a Tuxpan, Veracruz, que fue construido por la paraestatal canadiense TransCanada e IEnova, empresa mexicana que es subsidiaria de la estadounidense Sempra.

La CFE, cuyo titular es Manuel Bartlett, presentó una solicitud de arbitraje para anular ciertas cláusulas del contrato firmado en el sexenio anterior con dichas empresas, al considerar que no eran justas para el país. 

Urzúa, al respecto, consideró que México firmó un contrato y debe cumplirlo, y además criticó que en la renegociación Bartlett no esté evaluando correctamente el costo de la obra ya concluida, con el valor presente. 

“Mientras ese pleito dura, el gasoducto no se podrá utilizar, lo que nos dejaría sin satisfacer un tercio de la demanda de gas… eso es jugar literalmente con fuego y con el bienestar de millones de mexicanos que viven en la Península de Yucatán, donde ya están sufriendo apagones severos porque no hay gas”, dijo el académico.

Según Urzúa, cuando le advirtió al presidente sobre este tema, este le respondió que “era un neoliberal”, que Bartlett es un gran abogado y que “cómo me atrevía a cuestionarlo”. 

Con información de Proceso.

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