Con programa piloto, se siembra soya en Sinaloa luego de 25 años

Después de 25 años se volvió a sembrar soya en el centro de Sinaloa, en el municipio de Navolato, en el marco de un plan piloto establecido entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), productores, autoridades sanitarias locales y federales y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap).

Desde 1994 no se sembraba este grano, debido a la presencia de la mosquita blanca en los campos de soya de todo el estado y a la preocupación de los productores de hortalizas de que la plaga infestara sus tierras, derivaron en medidas cuarentenarias.

Poco después, científicos del Inifap revelaron que la plaga no es exclusiva de la soya. Se detectó su presencia en Nayarit y Sonora, donde no había cultivos y con ello se comprobó que son razones climatológicas las que propician la presencia y reproducción del insecto.

En 2015, los productores del valle del Évora, norte de Sinaloa, pudieron levantar la cuarentena: reanudaron la siembra de soya, pues obtuvieron autorización sanitaria y utilizaron nuevas variedades resistentes desarrolladas por el Inifap, así como control biológico. Todo con resultados exitosos.

La Sader informó que el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera, realizó una visita de campo a tres predios participantes (68.2 hectáreas) en el plan piloto y constató la evolución positiva de la siembra de soya, con un control preciso de plagas, particularmente la mosquita blanca.

El plan de manejo, realizado con Manejo Integrado de Cultivos Inducidos (MICI) -con aplicación de microorganismos, control biológico, labranza cero y uso mínimo de agroquímicos (uno de los predios absolutamente exento de ellos)—, ha sido exitoso y se prevé que continúe así hasta el momento de la cosecha, en octubre, refirió.

Se trata, dijo Víctor Suárez, de “un logro importante”, toda vez que esta soya se sembró en el ciclo primavera-verano 2019 en tierras que habían quedado ociosas en ese ciclo durante 25 años o en las que se sembraba maíz.

“El plan piloto será preámbulo de un nuevo esquema estrictamente técnico que contenga a detalle los registros del actual ciclo, el manejo agronómico de cada predio, el análisis de costo/beneficio, los costos de cultivo, etcétera, para avanzar con autorización de soya para el primavera-verano de 2020”, agregó.

El directivo de la Sader consideró que estas siembras “son un éxito para los productores del centro de Sinaloa y para el país, pues el doble cultivo beneficia los suelos, fortalece y diversifica el ingreso de los productores y contribuye a una tarea clave de la Cuarta Transformación: la autosuficiencia alimentaria”.

La visita de campo fue realizada por los productores participantes en el piloto, por el científico líder de MICI y quien ha dirigido el plan de manejo de este cultivo, Juan José Valdespino, y por los expertos de Sanidad Vegetal, Uriel Medina, y del Inifap, Edgardo Cortés y Franklin Rodríguez Cota.

Con información de La Jornada

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