‘La política no es para ambiciosos’; ‘al carajo’ los vulgares, reitera López Obrador
CIUDAD DE MÉXICO.- Con un tono casi académico, Andrés Manuel López Obrador no tuvo problema en reconocer que utilizó la frase “al carajo” durante la reunión privada que sostuvo con legisladores de Morena.
Pausado, el Presidente se dio tiempo para explicar la razón de su exclamación.
El que no tiene principios, el que no tiene ideales, el que es un ambicioso vulgar, no debe de dedicarse al noble oficio de la política, se debe de ir al carajo. Eso fue lo que dije. Es de aplicación universal”, relató midiendo cada palabra, como para no dejar dudas de su intención de descalificar a quienes sólo buscan tener cargos.
Con una leve sonrisa, detalló que mandar a alguien al carajo podría confundirse con “irse a Palenque” (López Obrador tiene una finca en esa ciudad chiapaneca y se llama “La Chingada”), pero en realidad se trata de un término surgido de la jerga de los marineros y está lejos de ser una grosería u ofensa.
Me encontré la definición de: ‘carajo’ o ‘al carajo’ y no es tan fea, no es ninguna grosería”, aseguró.
Al comenzar ayer su gira por Veracruz, el Presidente calificó de “crimen horrendo” el ataque contra un bar en Coatzacoalcos.
“SÍ, ‘AL CARAJO’, PERO NO ES UN INSULTO”
Pausado, casi con tono académico, el presidente Andrés Manuel López Obrador no tuvo empacho en reconocer que sí utilizó la frase “al carajo los vulgares” durante la reunión privada que sostuvo con integrantes de Morena, y se dio tiempo para explicar sus razones.
La reunión del titular del Ejecutivo con sus correligionarios se realizó a puerta cerrada en un hotel de la zona de la Alameda Central.
Entonces, lo que dije ayer fue: El que no tiene principios, el que no tiene ideales, el que es un ambicioso vulgar, no debe de dedicarse al noble oficio de la política, se debe de ir al carajo. Eso fue lo que dije. Es de aplicación universal”, relató López Obrador midiendo cada palabra, para no dejar dudas de su intención de descalificar a quienes sólo buscan puestos.
Con una leve sonrisa explicó que mandar a alguien al carajo podría confundirse con “irse a Palenque” (su finca está en ese lugar y se llama “La Chingada”), pero en realidad se trata de un término surgido de la jerga de los marineros y está lejos de ser una grosería u ofensa.
Me encontré la definición de: ‘carajo’ o ‘al carajo’ y no es tan fea”, no es ninguna grosería”, aseguró el Presidente con una sonrisa.
Reconoció que en la reunión con sus correligionarios les “recomendó” que para evitar confrontaciones como la sucedida en la elección del dirigente de la fracción parlamentaria de Morena en el Senado, las candidaturas o cargos del partido se definan a través de encuestas.
Yo cuando estuve a cargo de Morena —y desde antes— utilicé ese método y nos evitó muchos conflictos, muchos conflictos”, puntualizó .
Con información de Excélsior