La protesta tumba al gabinete de Piñera

Santiago. El efecto inmediato de las híper concurridas manifestaciones protagonizadas el viernes 25 por millones de chilenos en todo el país –un millón 200 mil personas sólo en Santiago-, fue forzar la caída del gabinete ministerial del presidente Sebastián Piñera.

Contingente mapuche presente durante la multitudinaria marcha del 25 de octubre, en Santiago. La imagen es de la Plaza Italia. Foto Juan Trujillo 

“He pedido a todos los ministros poner su cargos a disposición para poder estructurar un nuevo gabinete para poder enfrentar estas nuevas demandas y hacernos cargo de los nuevos tiempos”, dijo al mediodía del sábado. Pero él no anunció de inmediato quiénes integrarán el equipo ministerial con el que intentará levantarse para sortear la crisis política y social que estremece su presidencia, sino que los nombres podrían anunciarse entre el domingo y lunes, se precisó desde el Palacio de La Moneda, sede del gobierno.

Ese “pequeño detalle” es otra muestra de la gravedad de la situación que se vive. En Chile, los cambios de gabinete, además de graficar que un gobierno está en problemas, no se anuncian con anticipación, sino que se comunican cuando se realizan. Los ministros son llamados al Palacio, se les informa cuál es su suerte y a continuación, en una liturgia encabezada por el presidente, se comunica al país quienes cayeron y cuáles son los nuevos rostros, que proceden a jurar.

Foto Juan Trujillo

En mayo de 2015 la ex presidenta Michelle Bachelet dijo en una entrevista en televisión que haría un ajuste, que concretó al día siguiente.

Cristian Campos, cientista político de la Universidad Central, opinó que la dilación es un esfuerzo de control de la agenda mediática –podrían pasar tres días antes de que se conozcan los nombres- para tratar de recuperar la iniciativa política. Respecto de qué puede esperarse, señaló que “algunos cambios en la agenda, pero no los de fondo que demanda una parte importante de la ciudadanía”.

“Creo que va a procurar incorporar a políticos con calle, que comprendan lo que pide la gente, aunque no necesariamente porque estén de acuerdo en todos los cambios. Hay algunos políticos de la derecha que están hablando de una nueva Constitución y dentro del sector deben estar negociando. El presidente se da cuenta que hay cosas que deberá ceder, en otras no, entonces el gabinete debe tener rostros que signifiquen algo para la gente”, añade Fuentes.

En síntesis, el cambio de gabinete, si bien muy simbólico del fracaso del gobierno, en sí mismo no significa para nada la resolución de la crisis, apenas una posibilidad. La demanda y expectativas ciudadanas de corto y mediano plazo son enormes: pensiones dignas, reducir precio de los medicamentos, paliar el endeudamiento de chilenos, salarios decentes, costo de la vida, transporte público, etc. Y cambios estructurales al modelo mercantilista ultraneoliberal.

Las manifestaciones continuaron hoy y ya se convocó para el martes 29 a nueva gran marcha por el centro de la capital.

Piñera anunció además el término del toque de queda desde esta noche en las ciudades donde se estaba aplicando y también adelantó que planea terminar con el estado de emergencia este domingo.

Con información de la Jornada.

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