ENTRELÍNEAS: La fase 3 ya está aquí
Eduardo Valdez Verde
Hace apenas dos semanas el Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmaba con optimismo que estábamos ante una crisis temporal de la que los mexicanos saldremos airosos y fortalecidos. Al referirse al coronavirus dijo incluso que esto nos caía “como anillo al dedo” porque permitiría la consolidación de la llamada Cuarta Transformación. Esta declaración imprudente, como ya vimos, le acarreó críticas de todos los frentes y de todo tipo.
Ese optimismo del Presidente parece que se ha ido esfumando conforme pasan los días y la terca realidad se impone. Los números de personas contagiadas por el Covid-19 en todo el país hasta hoy suman ya los 5 mil 847, con 449 muertes.
De pronto, la fase 3, esa que veíamos tan lejana, ya la tenemos encima y amenaza con rebasar la capacidad de los hospitales, ya de por sí con personal insuficiente, mal pagado y con carencias materiales para hacerle frente a la peor crisis de salud en la era moderna.
En Sinaloa las cosas no pintan nada bien al ser el segundo estado con más personas fallecidas por este virus; cabe señalar que hasta el día de ayer iban 39 personas muertas, la mayoría de ellas en la zona centro.
Esas son las cifras de la Secretaría de Salud, es decir, los números oficiales, pero por desgracia, la gente duda de estos números y se habla ya de que esa cifra se queda corta porque hay decesos que se están registrando como neumonía atípica y no entran en el cuadro del Covid-19.
Con cifras oficiales o no, el problema al que nos enfrentamos es muy grave, como nunca antes se había visto. De ahí que la Secretaría de Desarrollo Económico solicitó a los textileros del estado la elaboración de 1 millón de cubrebocas con doble capa de tela especial y se planteó la habilitación de empresas locales para la fabricación de cubrebocas de algodón de uso quirúrgico, bolsas herméticas biodegradables para cadáveres y otros insumos. Ambas peticiones son con carácter de urgente, lo que nos habla de la preocupación que existe de parte de las autoridades.
Otra medida que se ha tomado por parte del sector Salud, es la prohibición de los rituales fúnebres o velorios para evitar aglomeraciones de personas y el contacto con personas fallecidas por esta enfermedad. Se dará pues, prioridad a la cremación de los cuerpos y no a los sepelios tradicionales.
Esto último sin duda traerá consigo una serie de problemas y confrontaciones entre las autoridades y los deudos, ya que se rompe con una tradición cultural muy arraigada en el pueblo mexicano, que es la de velar a los muertos y despedirse de ellos.
¿Qué nos toca como ciudadanos?
Pues nada más que acatar las indicaciones de las autoridades de Salud, mantenernos en casa, no difundir ni hacer caso de información falsa, protegernos y proteger a las personas mayores, no salir si no es estrictamente necesario y, sobre todo, practicar la solidaridad con quienes tenemos cerca.
Esta crisis sanitaria, por más optimismo que se le quiera inyectar y por más que se maquillen las cifras de muertos y contagiados, es más grave de lo que usted pueda creer y no va ser frenada con estampitas ni escapularios.
LIBRETA DE APUNTES
Mientras en otros países los ciudadanos salen a los balcones a aplaudir a los médicos y enfermeros que se la juegan en el frente de batalla contra el virus, en México son agredidos y estigmatizados, al grado de que se ha tenido que enviar a la Guardia Nacional a proteger hospitales. Son acciones vergonzosas por donde se les vea.
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