ENTRELINEAS: A quién creerle…?
Eduardo Valdez Verde
Esta pandemia que azota al mundo no sólo ha puesto de cabeza a los sistemas de salud y a la economía en México, sino que empieza a exhibir una grave crisis de credibilidad en los gobiernos, principalmente en el ámbito federal.
Es una crisis que como un virus, ya alcanzó a los gobiernos de los estados, que se han contagiado de esa falta de credibilidad que padece la federación y que se hace más visible conforme pasan los días y el número de contagios y muertes aumenta.
Y es que desde el gobierno federal como dicen una cosa dicen otra. Ejemplos de ese teléfono descompuesto tenemos varios. Aquí unos cuantos:
Hoy dicen que hay que usar tapabocas y mañana nos salen con que de poco o nada sirven.
Sale el Subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, a informar que la parte más crítica de esta pandemia se presentará a partir de la segunda semana de mayo, y al día siguiente el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, informa que los niños podrán regresar a las aulas el 1 de junio. Luego López-Gatell revira que eso es una estimación pero que no es seguro, que dependerá de cómo se desarrolle la crisis.
A ver, cómo está eso: si la parte crítica será a mediados de mayo, cómo pretenden que se reanuden las clases en junio?
Es el mismo López-Gatell, coordinador y vocero de la lucha contra esta crisis, quien sale diariamente a darnos un informe de cómo van las cosas en el país, en base a los datos que, se supone, le envían los estados. Pero resulta que esos datos tampoco son confiables porque se envían con mucho retraso, a tal grado que este fin de semana se dieron a conocer datos de hace tres semanas. ¿Cómo confiar en datos actualizados?
Es por ello que hay una danza de números “oficiales” que están muy alejados de la realidad y de los cuales el ciudadano común duda con justa razón. Si México es el país donde menos pruebas para detectar el covid 19 se aplican, es muy difícil que se tengan cifras acercadas a la realidad.
¿Cómo confiar cuando Andrés Manuel López Obrador afirma que “ya hemos domado al virus”, cuando vemos que estados como Jalisco y Puebla están cavando fosas comunes para cientos de cuerpos?
Los dichos contradicen a los hechos y es ahí donde crece la desconfianza ciudadana.
No se puede estar seguro cuando las autoridades de salud insisten en que nos quedemos en casa, pero el presidente afirma que el virus ya está domado, como si se tratara de un animalito rebelde al que ya se le puso correa.
El 30 de abril, justo el día en que a los culichis les entró más fuerte el antojo por la pizza y el pastel y rompieron la cuarentena, López- Gatell felicita al Gobernador Quirino Ordaz por lo que llama un buen manejo de la crisis y por el supuesto control que se ha tenido de la misma.
Basado en quién sabe qué datos, afirma que Sinaloa ya llegó al pico de crisis, como quien dice ya casi va de salida. Pero cómo confiar en estas declaraciones, cuando hacía apenas unos días el Secretario de Salud en Sinaloa había informado que se estima que pueden haber al menos 2 mil muertes tan sólo en Culiacán, cuando se incremente el número de contagios.
¿Cómo hacer que la gente se quede en casa, cuando es el mismo Presidente quien adelanta que ya se analiza el levantamiento de la cuarentena en mil municipios?
¿Cómo creer que las cosas van bien y que en Sinaloa se tiene el control de este problema, cuando el número de muertes no cesa y hasta integrantes del gabinete de Quirino Ordaz se reportan contagiados?
Si ya el virus está “domado”, como dice López Obrador, ¿porqué la construcción de fosas comunes en varios estados y porqué la habilitación del autódromo “Hermanos Rodríguez” en la ciudad de México, como Hospital Covid?
Es obvio que los gobernadores y alcaldes tienen una información diferente a la que están dando a la ciudadanía y no comparten el optimismo del Presidente, de ahí que se estén preparando para el peor escenario posible.
Mientras tanto, el discurso del Gobierno federal se pone en duda todos los días porque ni el Presidente y su equipo se ponen de acuerdo, de ahí que broten tantos rumores, exageraciones y noticias falsas en las redes sociales.
LIBRETA DE APUNTES
La muerte del Doctor Enrique Elorriaga Mejía, contagiado de covid-19, nos habla del peligro al que se encuentran expuestos médicos, enfermeras y demás personal que labora en los hospitales haciendo frente a esta pandemia. Lo menos que se merecen es un trato digno y que sus condiciones laborales sean las más óptimas. Después de ellos ya no hay nadie más que no eche la mano en esta grave crisis.
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