En la raya: INE… LA AMENAZA, a los gobernadores
Por José Luis López Duarte
Triste adiós mi amigo Julio Méndez, campesino de Guasave y fundador del PRD. Descanse en paz.
Pareciera que AMLO pierde de vista hasta lo más obvio, como es el significado histórico que representa la organización del INE, pero no es así. Detrás de sus ataques a los altos costos del INE e introducir subrepticiamente amenazas contra el instituto, lo real es que va dirigida contra todos los poderes locales en los estados, particularmente el de los gobernadores, por el tema de perder la elección del 2021.
Por lo menos ya hay 12 gobernadores que han pintado su raya con el presidente López Obrador y sabe perfectamente que es el PRI quien gobierna más estados y municipios que cualquier otro partido político en el país.
“La madurez política” que ha asumido el PRI frente al gobierno de AMLO, como ha declarado el presidente de ese partido, es equivalente al tamaño del miedo que priva y prefieren aliarse que disputar, lo que no está garantizado en la elección del 2021 porque serán gobernadores de salida, y aunque no quieran el suicidio con AMLO, esta amenaza se la pueden enfrentar con fuerzas locales del mismo PRI y los demás partidos de oposición.
AMLO sabe muy bien que su ruta ascendente ya alcanzó su pico y que tiene meses descendiendo, incluso a niveles que en el 2021 le pueden “voltear la tortilla” y hasta perder la mayoría de la cámara de diputados federal.
Y es precisamente porque tiene muy claro eso, reconoce que serán los gobernadores los actores principales que lo pueden enfrentar y derrotar, más que los mismos partidos políticos.
López Obrador sabe lo que es el INE y lo que significa, cuando es quizá una de las instituciones del estado mexicano con mayor prestigio en el mundo, y por ello lo que dice cuando exclama “vigilaré las elecciones” en realidad les está diciendo a esos poderes locales que ni quiere chanchullos ni tampoco traiciones.
Seguramente el presidente va a construir una batería de candidatos a gobernador en los estados muy poderosa, con gente de muy alto nivel y prestigio, lo que de por sí los hará más competitivos de lo que ya son, pero la amenaza de los gobernadores esta en el aire.
AMLO no quiere dudas, quiere garantizar su triunfo y seguramente, como ya lo escribió Leo Zuckerman, buscará las herramientas para convencer o chantajear a los gobernadores y otros poderes que existan en los estados y municipios del país.
Cuando AMLO ha estado en el poder ese ha sido su método para operar la política, por lo que es casi seguro que hará eso mismo para la elección del 2021, que si no fuera por la pandemia y la crisis económica, me atrevería a afirmar que ganaría todo dentro de un año, pero para desgracia de él las cosas no son así.
El PRI tiene ocho gubernaturas de las 15 que irán a elección el próximo año (Campeche, Colima, Guerrero, Sinaloa, San Luis Potosí, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas), el PAN tiene cuatro (Baja California Sur, Nayarit, Querétaro y Chihuahua), el PRD una (Michoacán), MORENA una (Baja California) y una independiente (Nuevo León).
De todas ellas Baja California, Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Querétaro y Nayarit las tienen casi perdidas y probablemente se van a empatar las demás, siempre y cuando el PRI no se alíe con AMLO, que es lo que ahora pretende. Por eso no es el INE a quien persigue López Obrador a quien busca es al PRI para que le ayude con la elección que viene.