AMLO llegó sin filo a la Casa Blanca
Eduardo Valdez Verde
¿Qué habría dicho López Obrador en 2012 a Felipe Calderón si éste se hubiera reunido con Trump como lo hizo él ayer en Washington?
¿O qué le habría dicho López Obrador a Enrique Peña Nieto en 2018 si éste en lugar de exigir respeto se hubiera deshecho en elogios hacia el inquilino de la Casa Blanca?
Sin duda que habría enfocado hacia ellos sus críticas más ácidas, apelando al nacionalismo y a la soberanía de México.
Envuelto en la bandera tricolor habría dicho que malamente se reúnen con un presidente que ha ofendido a los mexicanos, a quienes ha calificado de «delincuentes», «asesinos» y «violadores».
El López Obrador de esos años habría dicho, y con razón, que Calderón y Peña fueron blandengues, timoratos y que se prestaron al juego del Presidente más racista y anti-mexicano que ha tenido Estados Unidos.
Un Presidente que además construye un muro en la frontera con México y que asegura en tono burlón que lo pagaremos nosotros, los mexicanos.
El López Obrador candidato habría criticado que no se hablara en la reunión del maltrato y la persecución de migrantes mexicanos. Habría señalado abusos, imposiciones y agandalles del imperio yanqui hacia nuestro país. (Como amenazar con subir los aranceles a las exportaciones de productos mexicanos si no se frenaba el flujo de indocumemtados centroamericanos).
El López Obrador aguerrido, de izquierda recalcitrante, habría cuestionado por qué no se puso sobre la mesa el tema del flujo de armas hacia México y los nulos esfuerzos de Estados Unidos por frenarlo.
Seguramente eso y más les habría cuestionado López Obrador a sus antecesores, pero hace algunos años, cuando estaba en camapaña permanente. Sus seguidores, fieles a su líder, habrían hecho eco de sus críticas y habrían despellejado a Calderón y Peña, a quienes por lo menos los habrían tildado de «vendepatrias».
Pero ayer, el López Obrador Presidente, llegó sin filo a la Casa Blanca y en el Jardín de las Rosas sólo arrojó flores a un Donald Trump que también se vio blandito y elogioso hacia el Presidente de México. Muy lejos estuvo Trump de sus bravuconadas y hasta llamó a los mexicanos «gente fantástica».
Muy lejos estuvo López Obrador de aquél que afirmaba que el muro agrede a México y que irían a tribunales internacionales para evitarlo.
Habrá quienes resalten los puntos positivos de esta reunión en el rubro comercial, sin duda que los hay, pero nadie puede omitir que López Obrador perdió una gran oportunidad de hablar fuerte y a favor de los mexicanos de aquí y de allá.
Perdió la oportunidad para exigir a Trump, de frente y con la voz firme, respeto y mejores políticas para quienes tanto contribuyen a la economía de Estados Unidos.
LIBRETA DE APUNTES
No se puede explicar cómo es que el alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, ordena bloquear calles del centro y prácticamente ahorcar a los comerciantes y locatarios del mercado Garmendia.
No hay lógica en su actuar, sólo muestras de testarudez y autoritarismo.
Si ya están abriendo playas, tiendas de autoservicio, gimnasios y demás comercios, ¿por qué evitar que el centro de la ciudad se reactive?
Con supervisión, vigilancia y medidas de seguridad, los comerciantes pueden reabrir; es cuestión de saber negociar y buscar acuerdos, algo que no se le da al alcalde.