En la raya: LA UAS… ¿QUÉ PASARÁ? • Muchas novedades
Por José Luis López Duarte
Muchas cosas nuevas se están dibujando en el horizonte de la vida de todos, durante y después de la pandemia, por las diversas variables coyunturales que impondrá la crisis sanitaria y la crisis económica, que aunque resulta difícil prever la remontada y más los nuevos horizontes, serán años muy complejos que a todos obligará a pensar dos veces o más sobre el futuro.
La vida, como siempre, la viviremos como venga, pero si algo podemos hacer es tratar de proyectar los escenarios probables y, donde se pueda, ir construyendo esa nueva realidad.
No es ni será cosa fácil, más bien será muy difícil y por ello mismo para empezar es indispensable, en todos los ámbitos, a estimular la reflexión en cada quien sobre el rediseño que tendrá la institución particular y su propio trabajo.
El caso de la UAS adquiere triple escenario de cuatro pistas que puede ser muy difícil transitar simultáneamente en ellas.
Primero, se abrirá un ciclo escolar (2020-2021) tremendamente incierto porque en agosto estará en su apogeo la pandemia del COVID-19, la crisis económica y la crisis social que se estará incorporando progresivamente, en la medida que la desesperación que esta tormenta provoque.
Segundo, como nunca los jóvenes de 15 a 25 años, que constituyen el grueso de la población universitaria, estarán mucho más inquietos y sensibles por la incertidumbre que sugiere la tormenta que vamos viviendo, inquietud que ya se refleja en el confinamiento en el que todos los jóvenes presionan a sus familias a salir como ya ocurrió desde el pasado lunes 29, provocando una alarma generalizada por el repunte de los contagios en todo el país, por lo que será muy difícil contenerlos y seguir considerando como única alternativa la educación a distancia. Se tendrá que pensar en otras formas y actividades complementarias que hoy son selectivas en la UAS, como el arte, los oficios, el deporte y las competencias en todo.
Tercer, se relevará al actual rector, Juan Eulogio Guerra Liera, lo que representa un ingrediente que puede desviar las tareas sustantivas de la UAS, precisamente por la inestabilidad que puede crear la crisis y si no hay respuestas adecuadas, por lo que los sectores universitarios, sus líderes, deben estar muy atentos al día a día de la situación que vivimos, porque el entorno si se descontrola puede golpear a la universidad y más si en sus responsabilidades, que será muy requerida, se flaquea.
En cuarto lugar, están las elecciones constitucionales, que aunque nadie quiera tocan a todas las instituciones y permea su dinámica y vida institucional, ante lo que también deberá haber prudencia y madurez para sortear la coyuntura sin sobresaltos, máxime que los liderazgos más representativos de la UAS también son actores políticos prominentes.
Transitar por estas cuatro pistas al mismo tiempo no será nada fácil y menos en el contexto que se presentarán, por lo que es recomendable el diálogo, los acuerdos, las definiciones y las decisiones con oportunidad y considerando la diversidad, la inestabilidad y lo complejo de todo.