AMLO Y LA ENERGÍA • ¿Cuál plan?

Por José Luis López Duarte

Varios han sido los episodios en lo que va del gobierno en los que AMLO ha evidenciado que no tiene idea del contexto y de lo que quiere el mundo de la energía, que el viernes pasado, en su gira por Coahuila, declaró “las energías limpias son un sofisma” y que “lo que se necesita es comprar más carbón”, como no queriendo quedarse atrás de su homólogo Donald Trump, que en el debate presidencial del jueves contra Joe Biden dijo que los generadores eólicos son “horribles abanicos que matan los pajaritos”.

Los golpes contra la política energética de AMLO habían sido consecutivos. Primero la corte falla a favor de los productores de energías limpias, eólicas y solares, que impugnaron la orden presidencial y que acató la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y que aplicó el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) para que las energías limpias y más baratas fueran las últimas que se consumieran para proteger las plantas eléctricas que consumen combustibles fósiles.

El segundo golpe se lo asestaron las acusaciones que han hecho 43 legisladores norteamericanos mediante una carta al presidente Donald Trump, de que el gobierno mexicano viola clausulas del TMEC con su política energética que obstruye a empresas norteamericanas a invertir en la industria petrolera y eléctrica.

Además de que van contra el espíritu del TMEC, los cambios regulatorios que impulsa AMLO, “le preocupa que revierta la reforma energética del 2014”. Junto con los 43 legisladores de los partidos que enviaron esa carta a Trump, también han enviado cámaras de comercio y representantes de diversos países que ven con preocupaciones tales medidas.

La tercer noticia, que con su declaración del sábado en la zona carbonífera de Coahuila, donde anuncia la construcción de una nueva planta eléctrica de carbón, les dio respuestas a todos, fue la de que la empresa española IBERDROLA, que había retirado a mitad del año su inversión para los próximos años en México de 6 mil millones de dólares, ahora invertía en Estados Unidos más de 8 mil millones de dólares, por los cambios regulatorios en materia energética de AMLO de priorizar a PEMEX y CFE, sin que tengan capacidad competitiva y sean altamente contaminantes.

AMLO, el sábado en Coahuila, emuló a su par Donald Trump en la demagogia, la simulación y la ignorancia sobre cambio climático, como ha sido evidente la posición del presidente estadounidense y que “le pisa los talones” en ese sentido, el mexicano López Obrador.

Hoy en día es consenso científico que son vitales las energías limpias y renovables, además de que es imperativo terminar con el consumo de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo.

¿Por qué el gobierno mexicano no asume esa visión? Hay países más atrasados y supuestamente menos progresistas, como Cuba, que dicen algunos un país autoritario y centralista, que es capaz de asumir el reto de luchar contra el cambio climático, llevando a cabo un programa nacional de producción de energía solar, donde cada hogar de aquel país produzca energía limpia, mediante paneles solares que el gobierno cubano financia al cien por ciento con tasa de cero interés, para que hagan negocio con el gobierno. Por eso la pregunta es ¿Por qué CFE no hace eso aquí en México y produce energías limpias, si no que al contrario las combate?

Como muchos otros casos, al presidente López Obrador se le olvidaron sus compromisos de campaña, como el que hizo ante el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, en marzo 22 del 2018, para “trabajar juntos para promover el desarrollo de energías renovables (solar, eólica, hidráulica y geotérmica) como opción ecológica y frente al cambio climático”.

Al Gore, después de su derrota por la presidencia de Estados Unidos contra George W. Bush se ha dedicado por completo a la lucha por revertir el cambio climático, al grado que es premio Nobel por este esfuerzo que realiza a nivel mundial.

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