EL PAS ¿QUÉ LE FALTA? • Referentes
Por José Luis López Duarte
Para nadie es un secreto en el mundo político sinaloense que el PAS es el partido más activo, dinámico y organizado de los que existen en Sinaloa, pero que no tiene en correspondencia los resultados electorales y políticos que merecen, como consecuencia natural que debiera ser para su esfuerzo, trabajo y organización que nadie le iguala.
Es cierto que todos los partidos y movimientos políticos tienen obstáculos naturales, adversarios y circunstancias que sortear, por lo que cabe preguntarse ¿Por qué el PAS y sus proyectos no alcanzan el éxito que le corresponde?
La primera observación es que surge de un movimiento local en una ola nacional de ciudadanización como intención de relevar o cubrir espacios que los partidos tradicionales han abandonado o desalentado en una perspectiva y tendencia de quiebre, cuestiones que ni una ni otra han ocurrido así.
En Sinaloa hemos tenido experiencias de partidos locales, como el Partido Sinaloense que encabezó Rodolfo T. Loaiza en 1940, en 1965 el movimiento Francisco I. Madero que lideró Peña Batiz, el tercero a principios de los años 90 que surgió a raíz de la caída del muro de Berlín en 1989 y el supuesto fin de las ideologías con el partido del orgullo sinaloense, y desde el 2013 el PAS que surge de un movimiento universitario y social.
La tendencia a la ciudadanización que tuvo su mayor momento en las elecciones del 2015, después de la nueva ley electoral nacional en la que se abre la participación a los candidatos ciudadanos y los partidos locales, teniendo un auge de casi 30 partidos estatales y más de cien candidatos ciudadanos en competencia, de los cuales tan solo tres partidos estatales sobrevivieron y de los candidatos independientes, si mal no recuerdo, solo Pedro Kumamoto y Manuel Clouthier ganaron sus elecciones.
Hoy en día, a excepción del partido “Unidos” en Coahuila y el PAS en Sinaloa, no se ve en la competencia de los estados una presencia social y en las elecciones federales no creo que vayan a haber muchos candidatos independientes para el 2021.
Tal parece que esta tendencia se apaga y no es casual, porque en todos los tiempos la existencia de partidos locales ha sido efímera, coyuntural y no es casual, precisamente porque vivimos en un régimen político presidencialista, absolutamente centralista y concentrador que absorbe a todas las fuerzas y movimientos locales, como sucede con los gobiernos locales, estatales y municipales.
No vivimos una república federalista y democrática. Aquí solo existen las regiones como referentes geográficos y límites políticos, pero no existe ningún plan de desarrollo de regiones ¿Por qué había de florecer lo local sobre lo nacional? Lo local florece solo cuando un poder nacional lo quiere así, de otra manera languidece hasta que muere.
El PAS intentó ser un partido nacional uniendo a todos los partidos estatales y candidatos independientes en un solo movimiento, pero eso no se concretó.
Por ello creo que la capacidad competitiva del PAS debe transformarse para poder ganar el gobierno de Sinaloa, en una fuerza con referentes nacionales, que por lo menos puedan ser alianzas coyunturales o alianzas de periodos.
¿A qué me refiero? A que el PAS debe ir aliado en cualquier elección en Sinaloa con un partido nacional y/o que en una alianza estratégica de varias elecciones con un partido que le otorgue el derecho de “pernada” en Sinaloa, como si fuera una franquicia local sin perder su identidad.
Una alianza estratégica del PAS en la actualidad pueden ser solo tres partidos nacionales: MORENA, PAN y MC.
¿Cuál sería la alianza que más le conviene al PAS ahora? En mi opinión una alianza estratégica con MORENA o MC, en la perspectiva del gobierno local MORENA sin duda, pero en una idea de más largo plazo y de continuar con su propia fuerza le conviene la alianza con Movimiento Ciudadano que tiene la ventaja de contar ya con un sólido precandidato presidencial para el 2024. En fin.