“EL QUÍMICO ROCHA” • ¡Perdón!
Por José Luis López Duarte
Para toda la familia López Zepeda, así como a la familia López Loera, reciban de mi parte un fuerte abrazo por la muerte de nuestro querido primo Jesús López Loera. Descansa en paz.
Le pregunté a un amigo mazatleco que si a quien consideraba sería el candidato a gobernador por MORENA, y a “bote pronto” me contestó “el químico Rocha… perdón, el químico Benítez”, reaccionó y se justificó con que “me traicionó el subconsciente”, lo que me llamó la atención es que existe un reflejo en la mente de la mayoría que está pensando en que el senador Rubén Rocha será el candidato a gobernador en Sinaloa y que la campaña en contra que le llega de todos lados en lugar de hacerle mella, lo publicita.
Con los refritos, gacetillas y “análisis” a modo, están pretendiendo que los deseos de que no sea candidato a gobernador el senador se cumplan, simplemente porque es lo que quieren principalmente desde el PRI y obviamente desde el gobierno estatal, aunque digan y repitan que en MORENA Rocha Moya no tiene el respaldo.
Rubén Rocha, como todos, adolece de defectos y seguramente comete muchos errores, pero hoy por hoy es el precandidato con más talla para la competencia electoral según la percepción de la sociedad.
Desde 1986, cuando fue por primera vez candidato a gobernador, quizá el más joven en la historia moderna de Sinaloa, como después en 1998, ha demostrado ser un batallador y ha dejado huella de que sabe unir, conjuntar y, lo más importante, darle vigencia a un modelo de sociedad democrática y con justicia social para las mayorías.
No tengo la menor duda de que al asumir su candidatura construirá quizá la alianza electoral más grande conocida en la historia sinaloense, donde compaginará la experiencia de gobierno, la fuerza de la pluralidad y la frescura de los vientos jóvenes de una nueva clase política, y lo más importante, el nacimiento de una nueva época para la sociedad sinaloense.
Todos los partidos tienen personalidades muy relevantes, competitivas evidentemente, pero que aún no les alcanza para superar al senador Rubén Rocha y de allí puede venir la explicación a esos ataques constantes al líder de MORENA en el estado, quien hoy por hoy es el precandidato con mayor intención de voto.
Pensar así, al respecto de los ataques que en las últimas semanas ha recibido Rubén Rocha, parte de la lógica más de un deseo malsano que de una competencia democrática, como si la descalificación significara algún efecto de desgaste de la personalidad en el electorado, cuando lo vital en una competencia es de qué tanto es capaz el adversario de crecer y no qué tanto puede reducir al contrario.
Al respecto, sin duda los priistas Sergio Torres, Mario Zamora y Jesús Valdez, como los “morenistas” Gerardo Vargas, el “químico” Benítez y Raúl Inzunza Dagnino, así como Héctor Melesio Cuén del PAS, son precandidatos que aspiran a desarrollarse ellos mismos, ya sea organizando sus equipos como también generando propuestas, como lo vienen haciendo, precisamente porque ese es el camino de la competencia. Esa es la ruta y no la descalificación y menos la batalla de lodo. En fin.