LA VACUNACIÓN • El desespero y el desorden
Por José Luis López Duarte
Es cierto que todos ya estamos desesperados, solo esperanzados a que llegue la vacuna contra el coronavirus y nos la apliquen de tal forma que por lo menos recuperemos la tranquilidad ante esta amenaza y reiniciar nuestras vidas para enfrentar los estragos de la crisis económica.
Lamentablemente ya rebasamos los 200 mil muertos en México por esta enfermedad y para acabar es muy probable una tercera ola para después de semana santa, que eleve aún más los enfermos y las muertes, así mismo que frente la lenta vacunación y se obstaculice y agudice aún más la crisis económica que cada vez agobia más a los que menos tienen, que por cierto ha sido el sector de mayor crecimiento en esta pandemia.
La situación y el panorama no son nada halagüeños, pero que si queremos volver pronto para reactivar la economía y toda la sociedad, es necesario influir de manera precisa como es el que los gobiernos locales, llámese gobernador, congreso, presidencias municipales, así como los grupos empresariales, sean proactivos para buscar vacunas y aplicar con celeridad, orden y precisión las que les lleguen.
Primero, no es posible seguir viendo protestas de personal médico exigiendo ser vacunados cuando se está vacunando a población abierta. El personal de salud es la primera línea contra la pandemia, por lo que debe ser la más apoyada y protegida.
Segundo, no caben por ningún motivo los excesos del gobernador Quirino Ordaz quien sin mayor sustento que su voluntad impulsa abrir todos los negocios e incluso los promueve abiertamente sin tener siquiera el aval científico de nadie, tanto que no se conoce aún el funcionamiento regular de algún consejo de salud de supervisión, monitoreo y aplicación de estrategias por parte del sector salud.
Tercero, crear un órgano operativo de gestión, ya no de la pandemia porque a todos los rebasó, sino de la adquisición de vacunas y su programa de aplicación. El gobernador dice que tiene 30 millones de pesos por lo que cabe preguntarse ¿Qué más ha hecho? ¿A quiénes ha convocado? ¿Qué respuesta ha tenido? ¿Dónde ha buscado vacunas? ¿Qué compromisos tiene con el gobierno federal? En fin, saber qué hace al respecto.
Cuarto, es obvio que por la escases de vacunas se dé la vacunación de los municipios pequeños a los grandes y que en los grandes deben acumular suficientes vacunas para que no se convierta en un caos las ciudades con una guerra para ver quién llega primero, cuestiones todas que ameritan aplicación constante del gobernador para buscar soluciones.
Finalmente, hay que aprender de otros estados con lo que ya ocurrió en Guadalajara y Monterrey, donde en la primera hicieron fila hasta 36 horas en las peores condiciones y en la segunda el orden y disciplina fue el signo que demoró tan solo dos horas a cada persona para ser vacunada.
Aprender de las experiencias es una máxima eterna en la vida. Ahome, Guasave, Culiacán y Mazatlán, concentran 350 mil adultos mayores, para ellos vacunas suficientes para todos, suficientes puntos y personal de atención, así como una logística que resuelva cualquier inconveniente o necesidad. Hay mucha gente que puede ayudar, falta quien dirija. Tienen la palabra.