La sequía se vuelve, en algunas zonas de México, un reto mayor incluso que frenar la violencia
Francisco Meza López, productor agrícola, se dijo alarmado al saber que la presa “Luis Donaldo Colosio”, la más grande de Sinaloa, está totalmente vacía. Desde hace 17 años la entidad no registraba una sequía prolongada, pero ni siquiera entonces recuerda haberla visto al cero por ciento de su capacidad.
“Hay una gran preocupación de los productores, porque en este momento tenemos nuestras presas en promedio al 8 por ciento de su capacidad. Y los ganaderos están en alerta total”, dijo el también presidente de la Central Campesina Independiente en Sinaloa, entidad productora de maíz blanco, jitomate y chile, y donde desde mayo de 2020 se decretó emergencia por sequía en 14 de los 18 municipios.
“En este momento los problemas de sequía son mucho más graves que los de inseguridad. Hablamos de subsistencia. Si no se tiene agua para consumo ni para los animales no hay con quién acordarlo”, comparó.
Al 30 de abril, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) registró el 87 por ciento del territorio nacional con sequía de anormalmente seco a excepcional, porcentaje no registrado al menos desde diciembre. En la Cuenca Pacífico Norte, que abarca Sinaloa y Durango, dos de los estados más golpeados por la sequía prolongada junto con Sonora, Chihuahua y Tamaulipas, el 65 por ciento está en sequía severa y el 35 por ciento en extrema.
Con información de Sin Embargo.