Acusan a capo de Guerreros Unidos de ordenar la muerte de los 43 estudiantes de Ayotzinapa

El testimonio actualizado del testigo protegido de la Fiscalía General de la República, conocido como Juan, plantea que entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, tanto los integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos, como las fuerzas del orden que los ayudaron a realizar ataques y detenciones, recibieron la consigna de “matarlos a todos” por parte de un capo conocido como El Güero Mugres.

Su versión sigue contrastando con la llamada verdad histórica sobre la desaparición de los 43 normalistas, que señala que fueron privados de la vida, incinerados y sus cenizas arrojadas al río San Juan, en Cocula, pero reafirma que no hubo sobrevivientes.

El 20 de mayo de 2021, el testigo participó en una audiencia judicial relacionada con el secuestro de los 43 normalistas, en la que actualizó la declaración que emitió ante el Ministerio Público en febrero de 2020.

En este nuevo relato en poder de MILENIO, Juan narró que los estudiantes murieron tras ser detenidos en Iguala por fuerzas del orden y por integrantes de Guerreros Unidos durante enfrentamientos generados por la llegada de hombres armados en seis camionetas del grupo contrario, conocido como el cártel de la Sierra, liderado por Onésimo Martínez.

Detalló que las acciones se hicieron con ayuda del Ejército, de la Policía Federal, Estatal y Municipal, quienes respondían a las órdenes de Jesús Pérez Lagunas, El Güero Mugres, a quien señala como el líder criminal que dio la indicación de “matarlos a todos” para no dejar ningún cabo suelto, y a quien las autoridades jamás relacionaron con la desaparición de los estudiantes y que fue ejecutado en 2018.

Juan enlistó en las autoridades que en 2014 supuestamente estaban en la nómina de Guerreros Unidos y le rendían cuentas al Güero Mugres al Secretario de Seguridad estatal, Leonardo Octavio Pérez, al procurador Iñaqui Blanco y el capitán José Martínez Crespo del Ejército.

De la base de la Policía Federal Ministerial estaban los comandantes y los ministerios públicos adscritos en ese momento en Iguala, federales y del fuero común; de la Policía Federal estaban en la base de Iguala el capitán Dorantes, quien Juan había asegurado “no se dejaba sobornar”.

En este relato evita mencionar a Omar García Harfuch, de quien aseguró recibía pagos de Guerreros Unidos en 2014 cuando era coordinador regional de la Policía Federal en Guerrero, señalamiento que el actual secretario de Seguridad Pública de CdMx negó hace unos meses.

Con información de TeleDiario.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *