Elecciones en las que resultó ganador Del Mazo en Edomex, bajo espionaje de Pegasus

Perder el Estado de México no era opción. A pesar de su imagen desgastada por los repetidos escándalos de corrupción del sexenio, y ante la perspectiva cada vez más nítida de una derrota electoral en 2018, el presidente Enrique Peña Nieto y sus cercanos no estaban dispuestos a dejar que el bastión histórico del PRI, región donde nació el Grupo Atlacomulco al que pertenecía Peña Nieto y su clan, cayera en manos de sus rivales políticos.

El PRI y el gobierno federal desplegaron todas sus herramientas para asegurar el triunfo del priista Alfredo Del Mazo Maza, primo del mandatario, hijo y nieto de exgobernadores de la entidad, y convirtió la campaña en una elección de Estado.

Previo a los comicios, Peña Nieto envió a integrantes de su gabinete casi a diario a la entidad con la encomienda de hacer proselitismo para su gobierno. En más de 90 visitas públicas a municipios mexiquenses, los secretarios encabezaron acciones de propaganda: distribuyeron tarjetas de prepago, costales de fertilizantes, uniformes escolares, viviendas sociales o títulos de propiedad, y externaron promesas de construir nuevos hospitales y escuelas, con un incremento de 12% a los gastos federales de infraestructura social para ese año, de acuerdo con un reportaje de Mathieu Tourliere publicado en Proceso.

Del Mazo, por su parte, entregaba en eventos multitudinarios las famosas tarjetas de “Salario Rosa” a mujeres de escasos recursos, con promesas de que se llenarían de dinero cuando se ganen las elecciones, mientras que las alcaldías priistas de 82 municipios colocaban pavimentación nueva, y el PRI movilizaba sus estructuras de compra de voto en las ciudades y las localidades campesinas.

El proceso electoral estuvo salpicado por acusaciones de compras de voto y acciones ilegales de campaña, las cuales no procedieron, bloqueadas por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), alineado con el PRI.

Ahora, se puede agregar un elemento adicional: el proceso estuvo vigilado de cerca por una agencia federal que parece ser el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), entonces dirigida por Eugenio Imaz Gispert, un incondicional de Miguel Ángel Osorio Chong, quien era secretario de Gobernación.

Desde un par de meses antes del arranque de las campañas y hasta pocos días después de la votación del 4 de junio, esa agencia seleccionó en su plataforma del spyware Pegasus los números telefónicos de Delfina Gómez Álvarez, Juan Zepeda Hernández y Josefina Vázquez Mota, respectivos candidatos de Morena, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido Acción Nacional (PAN), y de sus círculos familiares y políticos.

Y no solo esto: la misma agencia también ingresó en varias ocasiones en su plataforma Pegasus un número de teléfono que usaba entonces el propio Del Mazo. El número fue confirmado por el equipo del gobernador, quien no quiso ofrecer un comentario al respecto.

Estos números aparecieron entre más de 50 mil datos telefónicos seleccionados por agencias gubernamentales clientes de NSO Group, que consultó Proceso en el marco del Pegasus Project, una investigación colaborativa que involucra a más de 80 periodistas de 17 medios repartidos en 10 países, coordinada por Forbidden Stories con el apoyo técnico del Security Lab de Amnistía Internacional.

Con información de Aristegui Noticias.

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