Pese a cancelación, NAIM cobra factura al río Papalotla

 Al río Papalotla, literalmente, se lo está tragando la tierra. El que fuera alguna vez uno de los principales afluentes del Lago de Texcoco se ha desviado de su cauce natural debido a las múltiples grietas que han surgido en esta zona, y está desapareciendo tierra abajo, sin saber a ciencia cierta dónde se dirige todo su caudal.

A decir de los pobladores, dichas fracturas son resultado directo de las obras que se han hecho desde el sexenio de Vicente Fox para desviar los ríos que confluían en esta región, con el objetivo de desecar los terrenos y permitir la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), un megaproyecto que el actual gobierno canceló, pero que los lugareños temen que pueda “revivir” en próximas administraciones.

Durante un recorrido organizado por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), habitantes de San Salvador Atenco y otros municipios aledaños explicaron que a finales de abril y principios de mayo comenzaron a notar la aparición de grietas en diversas zonas.

En la actualidad, dicen, han documentado la presencia de al menos 20 de estos resquebrajamientos de la tierra, que van de los 100 a los 500 metros de largo, con profundidades hasta de ocho metros en algunos puntos, los cuales han comenzado a presentarse en terrenos de cultivo y caminos vecinales, además de afectar el curso de los ríos y pasar por debajo de autopistas.

“Las fracturas que se han acelerado en estos días de lluvia son el efecto de la desecación sistemática que han hecho los tres anteriores gobiernos, pero han crecido y se ha creado un problema muy grave”, señaló Ignacio Del Valle, uno de los líderes del FPDT, al mostrar las grietas encontradas en la zona ejidal de Santa Cecilia, a las orillas de la autopista Ecatepec-Pirámides.

Con información de La Jornada.

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