EL METROBUS
• ¿Un desatino?
3° de 3 partes
Por José Luis López Duarte
Un triste adiós para el amigo Raúl Urquídez López, y un abrazo solidario para toda su familia. Descanse en paz.
Hemos dicho que es un gran acierto el metrobus de Culiacán, reconocido la gran gestión financiera del gobierno y la visión estratégica del proyecto para toda la movilidad de la capital sinaloense por todos sus beneficios.
Lo único que hemos cuestionado es el por qué se pretende entregarlo a una empresa privada para que se encargue de su administración y mantenimiento, obviamente apropiándose de la renta que produzca, que en automático serán utilidades “para el ganador”, porque no habrá recuperación de la inversión ni riesgo de fracaso de ningún tipo. El gobierno estatal y municipal tendrán todo garantizado.
Visto así, un proyecto de obra pública tan valioso, útil y rentable, huele mal desde ahora. Porque a simple vista todo el proyecto es el sueño de alguien que se quiere sacar la lotería, sin siquiera comprar un cachito.
Sí, así se ve, y no se trata de suspicacias o sospechosismo, es simplemente lo que ya han hecho otros gobiernos en sus “alianzas” con empresarios para realizar negocios en aras de cumplir y mejorar servicios públicos, que han resultado simples trapacerías, para directamente usar recursos públicos en negocios privados.
Si los otros bienes públicos y apoyos financieros del gobierno que han pasado a empresas privadas casi todos han sido de escándalo, el metrobus puede resultar todavía peor.
Si los hospitales que pretendía construir el gobierno de MALOVA, concesionados a empresa privadas por 25 años, resultaron un escándalo que quedó en eso, ahora imaginemos algo peor como está el diseño financiero del metrobus.
Por eso, será muy importante que todo esta “tramo oscuro” del metrobus se aclare muy bien por parte de Jesús Estrada, y ahora también por Rubén Rocha, porque la licitación para iniciar obras está en puerta y todo está encadenado.
Yo no veo difícil que los nuevos gobiernos puedan encontrar una alternativa que rompa este destino al que al parecer han condenado ahora al metrobus, simplemente porque no ha ocurrido nada aún en ese sentido, y así todo es más fácil.
Es cierto que los leones de los negocios de las concesiones fáciles y jugosas están con sus garras afiladas por el simple anuncio que se concesionará, lo real al final del día es que el solo hecho de hablar de concesionar asusta a cualquiera después de tanto saqueo al erario público por ese mecanismo.
Ojalá y la 4T, MORENA y en especial el gobernador electo, Rubén Rocha, revisen a fondo este proyecto y alineen sus rieles para garantizar su pulcritud y honestidad. Como dice Héctor Melesio Cuén “Se puede… Claro que se puede”.