Iguala, bajo fuego a casi siete años de la desaparición de los 43 normalistas
CDMX, México.- Iguala vuelve a estar bajo fuego. A un mes de que se cumplan siete años de la desaparición de 43 normalistas de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, la región Centro de Guerrero está sumergida de nuevo en un contexto de violencia generado por la atomización de Guerreros Unidos: el cártel se convirtió en un semillero de células criminales que ahora se enfrentan entre sí por el control de la zona.
Entre otras organizaciones que se han derivado de Guerreros Unidos, de acuerdo a funcionarios con conocimiento del tema, así como informes de inteligencia federal y estatal a los que tuvo acceso MILENIO, se encuentran La Bandera, Los Tlacos y Los Tilos.
Según los datos obtenidos, La Bandera se escindió de Guerreros Unidos a finales del sexenio pasado y aunque se presentó públicamente en septiembre de 2020 como una “organización nueva” a partir de la colocación de mantas en diferentes puntos de la ciudad, entre sus filas se encuentran viejos integrantes de Guerreros Unidos.
En una lucha intestina, esta organización se halla confrontada ahora con otras células remanentes de Guerreros Unidos, que han comenzado a operar con Los Tlacos para hacerse del control de la ciudad, considerada como el centro político y comercial de la región Centro de Guerrero.
A la par, otro remanente de Guerreros Unidos dio nacimiento ya a un grupo de sicarios conocido como “El señor fantasma”, que se dedica a la ejecución de integrantes de grupos delictivos antagónicos.
La metástasis y crisis de seguridad ya fue detectada por el gobierno federal, que ha notado un incremento en la violencia entre los distintos grupos de la zona.
Con información de Milenio