Mientras Delta avanza, algunos viajeros vuelven a vacunarse contra el COVID-19 en EEUU

Alison Toni se sintió afortunada al recibir la vacuna contra el COVID-19 de Sinovac en Chile a principios de este año. Un mes después, estaba en Minnesota vacunándose de nuevo.

Toni, una estadounidense que vive en Chile, estaba visitando a sus padres en Mineápolis en abril cuando se vacunó por primera vez con Pfizer en una farmacia CVS. Regresó para recibir la segunda dosis en junio. No reveló que se había vacunado anteriormente.

«No me preguntaron y no lo dije», dijo Toni, de 55 años. Tomó esa medida después de leer que la vacuna Sinovac de China tenía una eficacia inferior a la de la inyección de Pfizer Inc, desarrollada con su socio alemán BioNTech, y a la de Moderna Inc, ambas ampliamente disponibles en Estados Unidos. También consultó previamente con su médico.

Toni forma parte del grupo de personas procedentes del extranjero que se han vacunado por segunda vez, o piensan hacerlo, en Estados Unidos.

Sus razones van desde la preocupación que las vacunas de las que disponían inmediatamente no eran lo suficientemente eficaces, hasta el temor que necesiten una protección adicional contra la variante Delta, que se propaga rápidamente, o la necesidad de cumplir requisitos específicos para trabajar o viajar. Unos buscan consejo médico, otros confían en su propia investigación.

Algunos países también están empezando a ofrecer una tercera dosis de refuerzo a sus ciudadanos, basándose en la evidencia de que la protección inicial de las vacunas disminuye con el tiempo o de que una inyección adicional puede ayudar a prevenir la infección contra la variante Delta, especialmente en el caso de personas mayores o con sistemas inmunitarios débiles.

Con información de Reuters.

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