LOS CAMBIOS DEL PRD

• ¿Posibles!?
Por José Luis López Duarte

“De a seis me quedé”, cuando leí que el PRD, en su congreso extraordinario del domingo pasado, concluyó que debía cambiar de nombre (siglas) y colores, para adquirir otra personalidad ante el electorado por creer, pienso yo, que no pueden convencer a los electores de que el PRD tenga vigencia.

Y si esta convicción proviene por lo menos desde hace una década en la mayoría de su militancia ¿Por qué hasta ahora se les ocurre que se deba dar y sea este cambio en el nombre y los colores? Como si esa fuera la causa de su debacle.

Todo mundo sabe, adentro y afuera del PRD, cuáles han sido las causas y para nadie es un secreto que se contagió o se enfermó (para no echarle la culpa a otros) de la ambición de poder por el poder mismo y se olvidó de las causas de la sociedad y el país.

Cuando la desviación política de ambicionar todo y a toda costa, sea como sea, es simplemente perder el rumbo y reducir el horizonte político al interés de los individuos, y lo peor, de camarillas que se empoderan a solo usufructuar, al extremo que las siglas, emblemas y leyes los convierten en slogan de cualquier franquicia, que puede estar en manos de cualquier persona, por supuesto que les sirva a las cúpulas, a la camarilla.

Para cambiar algo o reconstruirlo, se necesita identificar los daños y de qué carácter son ¿Estructurales, de fachada o de barniz? Porque de acuerdo con el diagnóstico tiene que ser la solución.

Y yo creo que el problema del PRD es el mismo por el que atraviesan ya todos los partidos políticos en la actualidad en México, aunque cada uno haya tenido su propia ruta, y ese problema es que todos han sido secuestrados por burocracias corruptas, que viven y utilizan las franquicias de todos los partidos solo para sus beneficios, cuestión que representa un problema gigantesco para resolverlo y que puede llevar muchos años.

Y esto es más simple cuando la política ya no se identifica ni por siglas, ni por lemas, ni emblemas, se identifican por individuos y de su poder, por eso cada vez se arraigan más las camarillas y peor resultan cuando ni siquiera tienen un caudillo o líder que los represente.

Por eso, lo que supuestamente pretenden los dirigentes del PRD no es resolver los problemas del PRD, es simplemente darles una maquillada para ver si “pega el chicle” con los electores y sostienen el registro que ya perdieron en más de la mitad del país, pero no es otra cosa.

Si quisieran hacer algo sería muy fácil estableciendo un sistema democrático interno y externo (que ya tuvo, por cierto), darle autonomía política a los estatales y municipales en todo el país y definir las causas principales de la gente que saltan a la vista, lo demás es puro cuento para mantener el registro y funcionando la franquicia.

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