Florerías, un negocio y una tradición entre familias que sobrevive a la pandemia
Culiacán, Sinaloa.- Pese a que la pandemia ha golpeado duramente al negocio de la floristería, y que este 14 de febrero las ventas no se asemejan a las de otros tiempos, los floristas “somos guerreros”, expresó Celso Vázquez, quien durante más de 50 años ha ejercido apasionadamente esta profesión.
El florista, uno de los locatarios del famoso Mercado Salvador Alvarado, conocido como ‘Mercado de las Flores’, narró cómo este negocio llegó hasta él, desde que sus abuelos sembraban las flores típicas tradicionales de nuestra región en el campo, como la cempasúchil, la azucena y la margarita, y las vendían en donde antes estaba ubicado el Mercado de las Flores, por la calle Ángel Flores en el Centro Histórico de la ciudad.
Contó, fue hasta que el entonces presidente municipal de Culiacán en 1968, Mario Ramos, los desalojó y reubicó en un pasillo del Mercado Garmendia, para después asignarles el predio en el que hoy en día se encuentra laborando día a día.
“Aquí tenemos más de 50 años trabajando en el local Florería la Principal, enseguida de Correos. Primero fueron mis abuelos, luego mis papás, y ahora vamos nosotros, los hijos, y los hijos míos también trabajan en lo mismo. Nosotros somos Floristas de Abolengo”, dijo. “Después vinieron los productores ‘chilangos’ a meter de otra flor de novedad, y en la actualidad hay mucha gente en Culiacán que viene del Estado de México, que tienen florerías, y nosotros seguimos sobreviviendo a pesar de que hay muchos negocios”.
Vázquez comentó que los años de experiencia le han bastado para conocer cuáles son las flores que al cliente le interesa comprar en las cuatro temporadas fuertes del año: Día de las Madres, Día de los Muertos, Día de la Virgen, y la que en este momento les ocupa, el Día de San Valentín.
Según explicó, este año, producto de los duros golpes de la pandemia, y la crisis económica tras los tres meses que el Centro estuvo cerrado, la economía de los floristas no ha logrado establecerse como antes, y el 14 de Febrero no está cumpliendo las expectativas para este 2022. Sin embargo, lejos de tirar la toalla, Celso está convencido de que pronto el negocio de las flores volverá a tener la estabilidad de antes.
“No fue tanto como lo esperábamos. Pero en fin, estamos vendiendo, gracias a Dios, siguiendo adelante”, expresó. “La pandemia y el cerrar el Centro, la verdad, nos ‘cargó el payaso’, pero como somos guerreros aquí estamos todavía en pie trabajando”.