Niñas y niños necesitan estar bien en lo socioemocional para un mejor aprendizaje: Mexicanos Primero
Culiacán, Sinaloa.- No solamente los contenidos educativos y las condiciones de infraestructura deben ser atendidos para el regreso a las clases presenciales, sino el garantizar que las alumnas y alumnos se encuentren en el mejor estado psicoemocional, defendió la organización Mexicanos Primero. Investigadores de esta destacaron la importancia de que los problemas socioemocionales en la infancia deben ser tratados tanto en la escuela como en los hogares.
Producto de un estudio llamado Equidad y Regreso, la directora de activación de agentes educativos, Laura Ramírez, aseguró que tan importante es abrir las escuelas como lo es que en el proceso de regreso a la presencialidad se contemple el estado en que los niños se encuentran para que estos aprovechen mejor los aprendizajes.
“Las consecuencias de no hacerlo no sólo se verán en lo inmediato, con estudiantes que no aprenden, que no logran socializar y que no logran manejar sus emociones, también tendrá un impacto que podrá manifestarse años después, cuando lleguen a ser adultos, con graves problemas de depresión y ansiedad, y dificultades para la convivencia”, dijo.
Katia Carranza, investigadora, resaltó que la falta de socialización es uno de los principales factores por los cuales la infancia está presentando actualmente mayores problemas socioemocionales, pues no muchos de ellos atienden las actividades escolares sin siquiera llegar a conocer a sus compañeros, algo que afecta principalmente a quienes avanzan de nivel educativo. Añadió, los adultos cuentan con rutinas y más experiencia para sobreponerse a estos problemas, pero para la niñez se trata de un tema más complejo.
Por su parte, Carlos González, también investigador, dijo que la investigación demostró que la apertura de las escuelas ha ayudado a disminuir los indicios de depresión, lo que hace importante que estas contengan mecanismos para atender a los niños en este sentido. Mencionó que es necesario también dejar atrás al adultocentrismo y considerar a la niñez y sus afectaciones socioemocionales producto de la pandemia, combinado en muchos casos con falta de actividad también dentro de los hogares.