LA OBRA PÚBLICA
• En el ojo de la sociedad
Por José Luis López Duarte
Al cumplir tres meses el gobierno rochista, el gobernador en su “semanera” del día 31 de enero pasado, realizó un recuento de compromisos cumplidos, principalmente en lo que se refiere a la obra pública, cuestión positiva por supuesto, pero es de destacar que poco o nada se conoce de la mayoría de las secretarías (como si ellas no fueran obras públicas) y ello es preocupante, porque no existe información ni explicación al respecto a cuatro meses de iniciado este gobierno.
Lo comento porque, junto con los trabajos de la secretaría de salud que encabeza Héctor Melesio Cuén con motivo de la pandemia y la problemática laboral del sector salud que dejó Quirino Ordaz, así como los preparativos para la cosecha y comercialización de frijol, maíz, trigo y garbanzo, de las otras dependencias no se ve materia de trabajo suficiente como para estimar esfuerzos y avances, más allá de la inercia de un trabajo burocrático, que refleje los nuevos signos y vientos que pueden distinguir a la 4T.
Son más las reyertas y golpes bajos que salen a la luz pública entre funcionarios que los esfuerzos que realizan por la sociedad y lo que promueven públicamente son un fiasco, como el programa “INCUBATE” que con “bombo y platillo” anunció el secretario de desarrollo económico, con evidente debilidades que le pronostican un fracaso.
Solo para soportar ese juicio y después tratarlo a profundidad ¿Cómo es posible lanzar un programa abierto a cualquiera, sin establecer una premisa básica de cualquier programa que se lanza? ¿Cuál es el universo que pretende alcanzar? No se sabe y todo mundo de puede registrar, por mencionar un ejemplo.
Pero la cuestión es más preocupante, porque casi todas las secretarías cuentan con presupuestos específicos para programas concretos y estos no se reflejan aún en los campos y competencias correspondientes.
Todas las secretarías tienen que marchar y acelerar sus ritmos cuando empieza el quinto mes del sexenio, y todas las dependencias tienen trabajo que hacer.
Obras públicas es obvio, porque es la que más presupuesto invierte y porque en buena medida y en varios gobiernos ha sido el rostro del mismo, y seguramente lo va a seguir siendo, como ya dio luces en los rezagos que dejó Quirino Ordaz, las múltiples obras pequeñas de carácter social indispensables con las que abrió el gobierno, la rehabilitación de la carretera Benito Juárez (Costera), que pese a anuncios de diversas inversiones multimillonarias, nunca pasó de los bacheos, ahora con un refuerzo estructural que no se hacía desde hace 12 años, desde el gobierno de Jesús Aguilar, complementando con los ahorros significativos de la intervención de PREECASIN (empresa del gobierno) que abarata costos de obra de manera relevante.
Todas las secretarías pueden realizar obras de gobierno y todas pueden ser tan relevantes como lo es obras públicas, con todo y el presupuesto que maneja, porque nadie está manco y todas las dependencias tienen su razón de ser.
La sociedad sufre múltiples problemas y en casi todos los ciudadanos aportan su cuota, pero la inseguridad, la crisis económica y la pandemia tienen mil aristas cada una, que cada dependencia puede hacer algo.
Y para finalizar, solo pongo un ejemplo: Transito y transporte es una mina de ingresos para el gobierno ¿Por qué hay tanto atraso en la señalización de todas las ciudades? Me refiero a todas las señalizaciones. Son un desastre en calles, carreteras y cruceros ¿podrán hacer algo?
Los invito a compartir la mesa de análisis político que dirige el Dr. Héctor Muñoz los lunes, miércoles y viernes a las 6:30 de la tarde, con la participación de los analistas Fernando Camacho, Leonel Solís y un servidor. Los esperamos en Facebook dr hector muñoz
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