Natalia desea que niñas y niños tengan familia, educación y alimentación

A Natalia Badillo Estrada, diputada del Parlamento Infantil 2022 organizado por el Congreso de Sinaloa, la Secretaría de Educación Pública y Cultura y el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa, le gusta participar en eventos porque quiere ayudar al pueblo.

Por eso, cuando a su salón llegó un promotor del Parlamento Infantil 2022, Natalia levantó la mano. Quería probar suerte. El promotor les invitó a desarrollar un tema para exponer un tema libre. Se fue a su casa con la idea de participar.

Tiene 10 años de edad. Es alumna de quinto grado de educación primaria en la escuela Miguel D. Crisantes Gatzionis, en el fraccionamiento Danubio de Culiacán.

 “Me gusta participar porque quiero mejorar al pueblo. Siempre pido lo mejor”.

Cuando llegó a su casa, junto a su hermana y su mamá empezaron a buscar un tema. Finalmente Natalia decidió que hablaría sobre el derecho de las niñas, niños y adolescentes. Entonces se puso a estudiar por las tardes. Todos los días hasta que llegaron las convenciones distritales del 23 y 24 de marzo.

Pero en los ensayos previos le salía la voz baja y le recomendaron alzarla un poco más. Lo hizo y además puso énfasis en la mímica. “Ahorita lo tengo en la sangre, lo tengo en la memoria. Solo que la mímica la tengo que reforzar cuando vaya al Congreso del Estado”.

Natalia acudió a las convenciones distritales. Ahí sabría si ganaría. Ella sabía cómo hacerlo, cómo desenvolverse durante la exposición: no voltearía a ver a los demás, voltearía a “ver hacia arribita como si los estuviera viendo”.

¡Y le funcionó!

“Expuse que hay muchas niñas y niños trabajando en las calles obligados por sus padres. También que muchos niños no tienen hogar, no estudian. Eso debería mejorar teniendo una familia, un hogar, una educación, amor, alimentación”.

Por haber sido elegida como diputada del Parlamento Infantil 2022 del Congreso de Sinaloa, sus papás, la invitaron a cenar y “me dieron un regalo que me gustó mucho… es un peluche grande que es un osito y está bien bonito”.

“Sentí orgullo. También me sentí nerviosa al ver tantos niños, tanta gente que me estaba viendo, y terminar ganando es otro nivel para avanzar. Muchos no ganaron y me sentí mal por ellos. Cuando me aplaudieron me puse sonrojita”.