Piratas modernos amenazan el Pueblo Mágico de Isla Aguada, Campeche
Al entrar la noche, Santiago Puch ya estaba inquieto y al llamarle por teléfono a los clientes que habían contratado el último paseo de lancha por la Laguna de Términos, la incertidumbre se convirtió en miedo.
«Cuando me contestan, me dicen que a mi lanchero lo acababan de matar, que me lo acababa de dejar bien muerto, allá en la isla de Cayo Arena, que ahí lo había dejado muerto”,
Platicó Puch, en entrevista con MILENIO, habitante de Isla Aguada, municipio de Carmen, en Campeche, a casi un año de distancia.
Fue en las vacaciones de Semana Santa del 2021 cuando unos supuestos turistas, que contrataron el último paseo de ese día, terminaron asaltando al guía y le robaron la lancha con todo y motor y a él lo dejaron inconsciente en una islita en medio de la laguna.
“Buscamos lanchas, fuimos a hacer el recorrido a lo que es el Cayo Arena; pero como ya todo era oscuridad, todo lo que encontrábamos, un tronco, pensábamos que ahí estaba desangrándose o estaba muerto el compañero”, platica Puch, dueño de la lancha.
La historia de Isla Aguada, un Pueblo Mágico ubicado antes del puente que cruza hacia la Isla del Carmen, ha estado vinculada a la presencia de piratas desde el siglo XVIII, pues los bandoleros se refugiaban en ella, cuando estaba separada del continente por un brazo del río Sabancuy.Pero actualmente, su presencia en las aguas de este pueblo, santuario de delfines, es motivo de alerta para los habitantes que viven de la pesca y del turismo, pues además de despojarlos de sus herramientas de trabajo atentan contra sus vidas.
“Llegan en otras lanchas, no solo es uno, a veces van cuatro, cinco personas. Van con armas de fuego, van violentamente, además, van encapuchados, no sabes quién te está agrediendo, no los conoces. Cuando ya te quitaron tu motor, te dejan a la deriva”, platica Joaquín Echavarría, otro lanchero del pueblo.
“Es una tragedia. ¿Usted sabe cuánto vale un equipo, cuánto vale un motor? Un motor no vale ni 20 pesos ni 10 pesos, vale 200, 300 mil pesos. Y hay veces que con sacrificios tiene uno para comprar esa máquina como para que de la noche a la mañana venga ese individuo y te diga ‘esto es mío’ y te lo quite. Es el sustento de mi familia, con eso me busco la vida para comer, para darle lo poquito a mi familia, que no le falte nada”, reprocha.
Comenta que la dificultad para dar con ellos hace que en la zona impere la impunidad ante los ataques, que ocurren con gran rapidez y dejan a sus víctimas incomunicadas.
“Si a su paso se encuentran dos, tres lanchas, a las dos, tres lanchas les quitan su motor y se los llevan. Y si no más pasaron y se encontraron a uno, a uno se llevan. Ellos vienen a lo que vienen. Y por decir, te agredieron ahorita, de aquí a que lo sepa aquel compañero, ya pasó una, dos, tres, cuatro horas. Para las cinco, seis horas que ya te encuentran, ya están hasta en su casa durmiendo”, dice.
A pesar de la presencia de la Secretaría de Marina, la velocidad con la que actúan los delincuentes y la falta de comunicación con la que quedan las víctimas, hace imposible que los marinos puedan ir tras ellos.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública, existen unas 500 denuncias por robo de motores de lancha. No se ha castigado ni un caso.
Con información de MILENIO