Que las mujeres detecten la violencia a tiempo, un reto de SEMujeres

Uno de los retos principales que tiene la Secretaría de las Mujeres en Sinaloa, es sensibilizar a las mujeres, adolescentes y niñas para que detecten cuando en una relación se pasa del amor a la violencia, sostuvo la Dra. María Teresa Guerra Ochoa.


La Secretaria de las Mujeres de Sinaloa recalcó que a seis meses de la creación de la Secretaría que encabeza se han generado acciones coordinadas con otras secretarías, con asociaciones e instituciones, a fin de que se tengan resultados reales e inmediatos, pero siguen los retos a mediano y largo plazo.


Detalló que con Fiscalía, Secretaría de Seguridad, Secretariado Ejecutivo, Poder Judicial, Secretaría de Salud, la SEMujeres trabaja en el continuo análisis de carpetas de los casos de los delitos cometidos contra mujeres en la entidad, programas de prevención y estrategias de mejora en la atención a usuarias, creación de programas que buscan llegar a los sectores más vulnerables, campañas de concientización, talleres y conferencias a instituciones educativas; sin embargo sostuvo, lo más complicado es el que las sinaloenses sepan cuándo en sus relaciones viven violencia.


“A veces no se dimensiona a tiempo el riesgo, hay relaciones que se convierten de amor a la agresividad y creo que hacer conciencia de cuándo se debe romper con una relación violenta. Hablo de esto porque en la mayoría de los casos es la pareja quien violenta a las mujeres, hay otros tipos de agresiones y también de otros hombres que no son la pareja, pero la estadística nos habla de que los principales agresores son la pareja o ex pareja y las sinaloenses deben saberlo.


Tenemos detectados las colonias donde se registran principalmente los casos de violencia familiar, y la estadística nos confirma a través del 911 que los casos se incrementan los fines de semana y generalmente las víctimas refieren en los agresores la presencia del alcohol y/o drogas. Tenemos en nuestros registros a mujeres que están recurrentemente haciendo llamadas, una o dos veces al mes e incluso cada fin de semana.


Si nosotras no hacemos ese trabajo de sensibilización con esas mujeres, esas llamadas de emergencia son precisamente la línea de riesgo que no deben permitir que continúe, pues seguramente puedan convertirse en una estadística de feminicidio”.