Panteón de los niños’, el lugar de BCS donde los menores descansan
En el norte del estado de Baja California Sur, rumbo al puerto del “Chaparritos” se localiza —casi abandonado— un peculiar camposanto, cuya característica principal es que sólo se observan tumbas de niños menores que no rebasan los diez años de edad, según sus lapidas.
El panteón está rodeado de pequeños arbustos desérticos; no hay cercos, no hay bardas, las lápidas no tienen floreros ni capillas ni restos de veladoras y, pese a que lucen en total abandono, la gran mayoría de las tumbas tiene al pie de la cruz un pequeño juguete: ya sea una pelota, un osito, un conejo de peluche, un carrito de madera, entre otros.
‘Panteón de los niños’, el lugar de BCS donde los menores descansanA dos kilómetros al norte de la comunidad de Guerrero Negro, municipio de Mulegé, se encuentra “Chaparritos, un panteón de menores que murieron de una extraña enfermedad.
Vecinos de Guerrero Negro aseguran que las tumbas son de los hijos de los primeros pobladores de la zona. En el norte del estado de Baja California Sur, rumbo al puerto del “Chaparritos” se localiza —casi abandonado— un peculiar camposanto, cuya característica principal es que sólo se observan tumbas de niños menores que no rebasan los diez años de edad, según sus lapidas.
El panteón está rodeado de pequeños arbustos desérticos; no hay cercos, no hay bardas, las lápidas no tienen floreros ni capillas ni restos de veladoras y, pese a que lucen en total abandono, la gran mayoría de las tumbas tiene al pie de la cruz un pequeño juguete: ya sea una pelota, un osito, un conejo de peluche, un carrito de madera, entre otros.
Las tumbas (que no pasan de 70) en su mayoría tienen cruces de madera a flor de tierra, quizá las más recientes de la década llegan a tener cruces de hierro, pero son pocas.
Las tumbas no conservan datos del niño difunto; quizá por la erosión del suelo o los vientos marinos que se han encargados de borrarlos con el paso del tiempo.Sin embargo, podemos ver juguetes en algunas tumbas, de personas que se sienten atraídos de la leyenda, llegan de día a visitar el cementerio de los niños.
Vecinos de Guerrero Negro aseguran que las tumbas son de los hijos de los primeros pobladores de la zona; mucho antes de que naciera la comunidad de Guerrero Negro, donde se encuentran los salitrales más importantes del mundo.
Con información de Milenio noticias