Personal del IMSS Sinaloa logra salvar la vida a José Antonio, menor que sufrió atragantamiento con alimentos

•Equipos multidisciplinarios de tres hospitales del Instituto intervinieron para preservar la vida y la salud del menor de 8 años.• Los padres del niño hacen un reconocimiento a la intervención del IMSS.Gracias a una oportuna intervención y al profesionalismo del personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sinaloa, el pequeño José Antonio, de 8 años de edad, logró salvar la vida luego de ser trasladado de emergencia al Hospital General de Zona (HGZ) No. 49 en Los Mochis, después de sufrir un atragantamiento severo con alimentos.

La titular del IMSS en el estado, Dra. Tania Clarissa Medina López, indicó que fue el pasado 20 de septiembre cuando se recibió al menor en el HGZ No. 49, trasladado por la Cruz Roja, luego del incidente en su escuela en la comunidad Cerro Cabezón, en la costa del municipio de Guasave.

“Nosotros recibimos a José Antonio en el Hospital General de Zona No. 49 en muy malas condiciones, inconsciente y con una saturación de oxígeno del 30 por ciento, por lo que de inmediato se le realizaron maniobras para retirar los alimentos de la vía aérea e intubarlo para mejorar su ventilación y evitar daños por la falta de oxígeno”, indicó.

La funcionaria señaló que, además, de manera inmediata se movilizó personal especializado del Hospital Gineco Pediátrico (HGP) No. 2 en la ciudad de Los Mochis para brindar una mejor atención a la emergencia, cuyos médicos estuvieron realizando procedimientos y vigilando en todo momento la salud de José Antonio.

Después de las primeras intervenciones y una vez mejorada la saturación de oxígeno en el organismo del menor de ocho años de edad, fue trasladado al HGP No. 2, donde permaneció algunas horas hasta que sus condiciones fueron óptimas para su traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del Hospital General Regional (HGR) No. 1, en Culiacán.“Al momento de llegar aquí con nosotros (al HGR No. 1) se le hizo un procedimiento, que fue una broncoscopía, donde le pudieron retirar restos alimenticios.

Aquí las condiciones fueron muy buenas, favorables, mejorando su estado de salud”, señaló Medina López.Asimismo, la titular del IMSS apuntó que se hizo un gran despliegue de médicos especialistas de tres hospitales, dentro de los que se encuentran médicos intensivistas, neumólogos pediatras, así como personal de enfermería, de rayos X, de laboratorio, choferes, camilleros, nutricionistas, manejadores de alimentos, entre otros, que ayudaron a dar un seguimiento puntual y una atención integral para lograr salvar su vida y recuperar su salud.

Por su parte, José Antonio, padre del menor, se dijo muy agradecido con todas las personas que intervinieron para lograr salvar la vida de su hijo, pues percibió el profesionalismo y compromiso de todo el personal del Instituto.

“A mí me daban dos horas, nada más, para mi niño, y a partir de ahí le pusieron todo su empeño los médicos y gracias a Dios salió avante.

La verdad que agradezco de todo corazón por haber sacado adelante a mi niño, hacer todo lo que estuvo a su alcance, estoy muy agradecido con todos.

A mi niño nunca lo dejaron de la mano, todo el tiempo estuvo bien atendido”, comentó.De igual manera, agradeció a todas las personas que intervinieron para que el pequeño lograra salvar su vida, pues ante la emergencia personas civiles lo trasladaron en una primera instancia, hasta donde fueron interceptados por una ambulancia de la Cruz Roja Mexicana, en la que fue trasladado al HGZ No. 49 del IMSS.

Además, dio las gracias al personal del HGP No. 2, donde también se mostró la solidaridad de quienes lo atendieron durante las dos horas que permaneció ahí, no solamente en el aspecto médico, pues las y los trabajadores de este nosocomio cooperaron para brindarle apoyo económico a la familia para su estancia en Culiacán, mientras el menor de edad recibía atención médica en el HGR No. 1.

Finalmente, el pasado 8 de octubre el pequeño José Antonio fue dado de alta del HGP No. 2, donde completó un esquema de antibióticos para evitar posibles infecciones tras el percance que sufrió mientras ingería alimentos.