Ignacio López Tarso será velado en el Palacio de Bellas Artes
Ignacio López Tarso murió a los 98 años la tarde del sábado 11 de marzo de 2023, luego de que ingresara al hospital y permaneciera ahí durante varios días a consecuencia de diversos padecimientos; una pérdida que deja uno de los más grandes vacíos que se hayan sentido en los últimos años en la industria del entretenimiento.
A través de un comunicado en sus redes sociales, la familia informó que «Murió en paz y contento. Rodeado de su familia y de todo el cariño que los fanáticos mostraron desde que se dio a conocer que empeoraba su estado de salud. Agradecemos las muestras de apoyo», concluyó la familia.
Lucina Jiménez, quien se desempeña como la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, informó a través de sus redes sociales que llegaron a un acuerdo con la familia, y velarán su cuerpo en sus instalaciones, tal como le pedían todos los fanáticos del gran trabajo que realizó por más de 60 años.
De acuerdo con Jiménez, llegará la familia con el actor en punto de las 18:45 de la tarde de este domingo 12 de marzo de 2022, y solo unos minutos más tarde se podrá ingresar para brindarle una despedida; la ceremonia estará abierta al público, y hasta el momento no hay una hora de finalización.
«Esta tarde daremos el último adiós al mayor actor de México con un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes», confirmó su familia en el Facebook oficial del actor.
El día 3 de marzo, la familia trasladó al histrión a un hospital de la colonia Roma, debido a una oclusión intestinal, y presentó síntomas de neumonía, una infección respiratoria que se agravó durante los siguientes días. Además, su hijo dijo en las últimas horas de vida que luchaba contra una insuficiencia renal, cardiaca y pulmonar.
Fue a través de su secretaria particular, Lourdes Mogollón que oficialmente murió cerca de las 19:00 horas consecuencia de un paro cardíaco. En una entrevista para la publicación digital Quien, informó que logró despedirse de sus hijos, nietos y bisnietos, algunos viajaron desde otros países.
La idea original era cumplir el último deseo de Ignacio López Tarso, ser cremado tras la muerte. Las cenizas, informó Lulú, probablemente descansaría en alguna parte de su casa si así lo decidían sus hijos, quienes tienen el poder de decidir sobre el descanso en paz de sus cenizas.
Con información de El Heraldo de México