Paty Cantú revela que sufrió el Síndrome del impostor por los tratos que recibía de Mario Sandoval: «era el adorno”
La cantante aseguró que su paso por el dúo Lu no fue lo que ella esperaba, ya que su compañera la hacía sentir que no tenía talento
“Al principio a mí nadie me quería grabar mis canciones porque tenía la fama de que era la niña de Lu, y la niña de Lu nada más era el adorno”, reveló Paty Cantú.
Con un enojo que se podía notar en su voz y en su mirada, la cantautora recordó los momentos incómodos que vivió cuando formó parte del grupo Lu, hace varios años, junto al cantante Mario Sandoval.
La intérprete de «Corazón bipolar», aseguró que su entonces compañero tenía muy malos tratos con ella, razón por la que desarrolló el Síndrome del Impostor, que de acuerdo con un artículo de la UNAM, sucede cuando hay una creencia irracional que no permite al sujeto que lo padece tener confianza en sí mismo.
Quienes lo padecen creen que sus “logros o triunfos son un producto de golpe de suerte o con la ayuda de los demás, pero no de su esfuerzo, capacidad, talento o creatividad”, de acuerdo con dicha fuente.
“En el dueto estaba con un hombre que me dijo que yo no podía, que no era, que no esperaba nada de mí más que adornar su talento con mi cara”, declaró Cantú a los medios de comunicación, durante la presentación de los temas musicales de la telenovela «Vencer la culpa».
“Cuando decidí luchar y empezar a salir adelante, a hacer un nombre como artista completa: como compositora y productora; tenía mucha gente que no me la compraba porque además yo era un poco más tímida y no tan social, era más chica, ahí tenía una pequeña desventaja”, agregó.
A pesar de eso, afirmó que estaba llena de coraje, lo que la motivó a trabajar duro y demostrar con hechos que ella podía llegar a ser exitosa: “me costó muchísimo que me dieran una oportunidad como cantautora, para que algún otro artista grabara lo mío.
El éxito comenzó a llegar a su vida de poco a poco, pero a pesar de que ya lo estaba viviendo, seguía sin poder creerlo, pues tenía en mente todo lo que le habían hecho creer: «Llegué a hacer de repente mi primer Auditorio Nacional y todas esas cosas aunque eran maravillosas, seguía en mi mente la voz de esta persona diciéndome ‘no puedes, no eres, no te lo mereces”, expresó.
Tuvieron que pasar años de esfuerzo, trabajo y de desarrollar una confianza en sí misma para comenzara a vencer los miedos infundados y comenzar a disfrutar de cada uno de sus logros: “Entendí que lo que tenía lo merecía y que ni la mujer, ni nadie tenían que agacharse o sentirse mal o creerse las palabras negativas de ningún extraño, uno tiene que ser el juez de sus propios límites y sus propios sueños, intentándolo hasta el final.