El millonario que se arrepintió de subir al Titán a última hora: lo trataron de convencer con una oferta que rechazó
Desde el domingo pasado, el mundo se mantuvo en vilo por la desaparición de un submarino que bajó a las profundidades del mar Atlántico para ver los restos del Titanic. A bordo iban cinco personas, todas ellas multimillonarias que podían costear la expedición. El día de ayer, la Guardia Costera de EU dio a conocer que los tripulantes habían fallecido luego de que el sumergible implosionara al no ser capaz de soportar la enorme presión que el agua ejercía sobre él.
Los hechos han conmocionado al mundo entero, pero aún más a antiguos clientes o personas que pudieron haber estado en el mismo viaje y que por miedo, rechazaron asistir, incluso cuando la empresa les hacía una oferta en el costo del boleto. Se trata del magnate Jay Bloom, el mejor amigo de Hamish Harding.
El estadounidense estaba llamado a realizar el mismo viaje. Sin embargo, según reveló Daily Mail, rechazó a tiempo formar parte de la excursión a la cual también asistiría con su hijo. La compañía intentó no perder parte de su ganancia haciéndoles un descuento, pues tenía especial interés en que este magnate formara parte del equipo que bajaría al oscuro mar.
En lugar de pagar esos 250 mil dólares, precio estándar para todos los turistas, tendrían que dar 100 mil dólares menos, es decir, un costo de solo 150 mil dólares. Además, el CEO de OceanGate, Stockton Rush, lo trató de convencer por mensaje asegurándole que el viaje era “más seguro que cruzar la calle”, tal como difundió en Facebook las capturas de pantalla del chat.
«Si bien obviamente existe un riesgo, es mucho más seguro que volar en un helicóptero o incluso bucear. Ni siquiera ha habido una lesión en 35 años en un submarino no militar», indicó el CEO en las conversaciones. Asimismo, el magnate de Las Vegas dijo que la última vez que se reunieron fue el 1 de marzo: «Me llevó a través de la Exhibición del Titanic en Luxor. Luego, durante el almuerzo, hablamos sobre el buceo, incluida la seguridad. Estaba absolutamente convencido de que era más seguro que cruzar la calle», relató.
Una implosión es un fenómeno en el cual un objeto o estructura colapsa hacia dentro, usualmente debido a una pérdida de presión interna o a una fuerza externa que actúa sobre él. A diferencia de una explosión, en la cual los fragmentos se dispersan hacia afuera, en una implosión los componentes se contraen o se colapsan hacia el centro.
La implosión puede ocurrir en diferentes contextos, tanto en objetos físicos como en sistemas o procesos. En el caso de una nave o embarcación sumergible, puede suceder cuando hay una diferencia de presión significativa entre el interior y el exterior de la estructura.
Con información de El Heraldo de México