Padre y madre adoptivos acusados de asesinar a su hijo de 5 años; el cuerpo tenía signos de horribles abusos y torturas
La madre adoptiva de un niño de 5 años de Pensilvania que murió en febrero y su esposo fueron arrestados y acusados del asesinato del pequeño la semana pasada luego de que los médicos dijeron que mostraba signos de horribles abusos y torturas.
Lauren y Jacob Maloberti, de Delmont, fueron acusados de homicidio criminal el jueves por la muerte el 7 de febrero del pequeño Landon Maloberti, anunció el fiscal de distrito del condado de Westmoreland.
Landon tuvo un traumatismo contundente en la cabeza y el cuello, un traumatismo contundente en el torso y un traumatismo contundente en las extremidades», dijo la fiscal de distrito del condado de Westmoreland, Nicole Ziccarelli, en una conferencia de prensa anunciando los cargos.
La pareja llevó al niño cubierto de moretones al hospital el 30 de enero después de que perdió el conocimiento.
El niño murió aproximadamente una semana después, según la oficina de Ziccarelli.
El pequeño Landon sufrió «abuso infantil severo» a manos de su familia adoptiva que lo dejó incapaz de ponerse de pie, comer o beber.
Luego, los padres lanzaron una campaña GoFundMe que recaudó más de 5 mil dólares para los costos del funeral del niño, dijeron los investigadores.
Un médico del Hospital de Niños UPMC dijo que el niño de 5 años sufrió tres hemorragias cerebrales y su cerebro fue «borrado», según una denuncia penal obtenida por WPXI-TV.
Lauren y su esposo, un oficial correccional de 33 años en el Centro Correccional Estatal de Fayette, esperaron un día completo para llevar al niño al hospital y les dijeron a los profesionales médicos que estaba «tambaleándose por COVID un mes antes», según la denuncia.
Los médicos dijeron que el niño tenía moretones nuevos y viejos y evidencia de trauma por «múltiples episodios de abuso físico».
Sus lesiones causaron un dolor sustancial en el momento en que fueron infligidas, con deterioro de la función, incluida la incapacidad para pararse, la incapacidad para comer o beber y la pérdida de la conciencia», dice la denuncia.
Lauren, de 34 años, mostró un odio repugnante hacia el niño, según entrevistas y mensajes de texto anotados en el documento judicial.
Con información de El Imparcial