¿Las chinches son sinónimo de mala higiene? Mitos y realidades

Si bien aún no se ha emitido una alerta sanitaria por el incremento de chinches en espacios públicos de la Ciudad de México, este tipo de insectos representan un problema para la salud de las personas.

Son huéspedes en los hogares: se alojan en sitios con poca luz, como camas, muebles, armarios, alfombras y hasta en las mascotas. La visita no viene en vano, pues se alimentan de sangre.

Una picadura puede desencadenar molestias como picazón, fiebre y otras enfermedades que transmiten debido a que son portadoras del parásito Trypanosoma cruzi, causante del malestar de Chagas.

Las chinches han sido una plaga durante mucho tiempo. Por ello, en caso de una infestación es fundamental exterminarla antes de que se asiente o propague.

Una vez que llegan y se instalan, difícilmente pueden ser echadas de su nuevo hogar. Algunas señales que indican la presencia de estos huéspedes son:

•Manchas color óxido o rojizas en las sábanas o el colchón

•Manchas oscuras de excremento de chinches

•Huevos y cáscaras diminutos de color amarillo claro

•Chinches vivas

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) detalla en su sitio web que las chinches pueden ser muy resistentes, pues son capaces de sobrevivir varios meses hasta un año sin alimentarse.