Hamás libera a los primeros 25 rehenes retenidos en Gaza tras tregua con Israel
Hamás liberó esta viernes a los primeros 25 rehenes en manos del grupo islamista palestino, 13 israelíes y 12 tailandeses, esto con la mediación de Qatar y Egipto, que han fungido como entes para ambos bandos en el conflicto y serán recibidos en momentos por la Cruz Roja Internacional. Se espera que Israel reciba en lo que resta del día la siguiente lista de rehenes que serán liberados este sábado, que comprenden de diversas nacionalidades.
De acuerdo con el canal israelí Keshet 12, al menos 12 de los 13 rehenes israelíes que fueron liberados durante la tarde (tiempo local) son del Kibutz de Nir Oz, principalmente mujeres y niños. Un total de 75 personas fueron secuestradas ahí el pasado 7 de octubre, 13 de ellos eran niños.
La frontera de Rafah entre Egipto y Gaza fue el escenario para recibir a los rehenes liberados, en preparación para su traslado al lado israelí, como lo había dicho en un comunicado el jefe del servicio de información egipcio, Diaa Rashwan. Se espera que helicópteros israelíes que transportan rehenes liberados por Hamas aterricen más tarde el viernes en la Base Aérea de Hatzerim, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El gobierno de Egipto confirmó previamente que 12 ciudadanos tailandeses que también fueron retenidos serán liberados en las próximas horas, información que fue verificada por el primer ministro tailandés Srettha Thavisin.
«Ha sido confirmado por el Departamento de Seguridad y el Ministerio de Asuntos Exteriores que ya hay 12 rehenes tailandeses liberados. Los funcionarios de la embajada están en camino para recogerlos en una hora más. Sus nombres y detalles deberían ser conocidos. Por favor, permanezcan atentos», dijo el premier tailandés.
El acuerdo prevé canjear en cuatro días un total de 50 rehenes civiles por 150 palestinos. Israel difundió una lista de 300 prisioneros palestinos que pueden ser excarcelados: 33 mujeres y 267 menores de 19 años. La comunidad internacional acogió el acuerdo con optimismo, viéndolo como un primer paso hacia un cese el fuego duradero.
La ONU lo calificó de «paso importante», pero consideró que «queda mucho por hacer».