El vínculo afectivo entre madres e hijos contribuye a generar mejores sociedades e impacta en la salud emocional y psicológica
El desarrollo de un buen vínculo afectivo entre madres e hijos contribuye a generar una sociedad mejor, aseguró la psicóloga universitaria, la maestra Samanta Cristel Gómez Sauceda, al explicar que las mamás juegan un papel crucial en la vida y desarrollo de sus hijos.
La docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), informó que, si bien el vínculo afectivo se da por cuestiones biológicas, emocionales y sociales, si este no se genera de forma amorosa y positiva puede impactar en la salud emocional y psicológica de los hijos.
“Si yo tengo un buen vínculo con mi hijo, me comunico de manera adecuada, él sabe hacer sentir sus emociones y sabe representarlas en la sociedad, pues va a ser en un futuro un niño, un adolescente, un adulto que va a saber expresarse, comunicarse de una manera adecuada, de ahí la importancia que tiene la madre desde el inicio, si la madre no genera un vínculo afectivo adecuado, pues vamos a generar en la sociedad personas inadaptadas”, mencionó.
Asimismo, explicó que el vínculo afectivo suele ser más fuerte entre madres e hijos que con el propio padre, ya que es la mamá quien tiene el primer contacto con el bebe, aunado a ello, el efecto canguro, el hablarle, el hacerlo sentir amado y seguro y el contacto piel a piel, el alimentarlo hacen que esa relación se fortalezca y sea más sólida y se genere un apego seguro.
“El primer contacto lo tiene con la madre y la madre es la que lo guía, la que lo conduce, la que la motiva para el crecimiento, el padre sí hace un papel importante, pero es más importante que lo obtenga primero de la madre”, dijo.
En ese sentido, la especialista en ciencias de la salud reiteró la importancia de que las niñas, niños y adolescentes crezcan en entornos donde se les brinde un apego seguro, donde se le haga sentir bien amados, pues ello les da la confianza y la seguridad de poder convivir en otros ambientes, de lo contrario serán infancias que probablemente presenten problemas conductuales, problemas sociales y problemas para comunicarse con los demás.
“Cuando hablamos desde el apego seguro es un niño que tiene la capacidad de poder expresar sus emociones, de hacerse presente en diferentes lugares sin necesidad de que se les esté reforzando y se les esté diciendo que lo que está haciendo está bien porque ya se le ha enseñado desde antes la importancia de poderse sentir seguro en el lugar en el que esté y poder desenvolverse”, indicó.