Alfredo Adame revela la «verdad» sobre el asesinato de Paco Stanley
El 7 de junio de 1999, el mundo del entretenimiento mexicano se vio sacudido por la trágica noticia del asesinato de Paco Stanley, una figura querida de la televisión. Aunque era conocido por su carisma y su participación en programas populares, su vida se truncó abruptamente en un restaurante en la Ciudad de México, en un evento que dejó más preguntas que respuestas. Ahora, el actor Alfredo Adame hizo sorprendentes revelaciones de la vida del presentador de tv.
Su muerte está en boca de todos por la serie “¿Quién lo mató?”, de Prime Video, que aborda aquel fatídico lunes, cuando Stanley había terminado la emisión de su programa matutino «Una tras otra» en TV Azteca y decidió desayunar en «El Charco de las Ranas» junto a sus compañeros Mario Bezares, Jorge Gil y su chofer, Jorge García Escandón.
“Fue víctima de su propio éxito, su fama comenzó a subir como la espuma… La gente lo amaba, pero cayó en vicios, en malas prácticas, en todo: soberbia, era cretino, arrogante… Cantidad de errores, que un ser que triunfa en la tv no puede cometer…”, comenzó Adame sobre Paco Stanley.
Sin embargo, poco después hizo acusaciones muy serias sobre el conductor: “Fue el resultado de una vida totalmente errada, inutil”, añadió. Luego comentó que le presentó a la hermana de una amiga de Xalapa (Veracruz), porque quería entrar al medio, pero al poco tiempo ella renunció. “Desde el primer día la acoso y la intentó violar… Ella ya no se presentó… De todos era bien sabido que traficaba drogas y por los contactos que tenía en esa época, me dijeron que él tenía una deuda de más de 50 kilos de cocaína con un lord de la droga”, comentó.
Ese día, en “El Charco de las ranas”, después de una llamada telefónica, Bezares se dirigió al baño alegando problemas estomacales. Tras salir sin él, sujetos armados con una ametralladora cruzaron un puente peatonal y abrieron fuego contra la camioneta de Stanley, provocándole la muerte instantánea con cuatro disparos en el rostro. Otros dos hombres también fueron víctimas del ataque, un agente de seguros y un acomodador de autos, quienes se encontraban en el lugar por pura coincidencia.
El asesinato de Paco Stanley desencadenó una serie de teorías y sospechas. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) encontró en su ropa una bolsa con cocaína, sugiriendo un vínculo con el narcotráfico, lo cual fue desmentido por sus familiares. El asesinato de Stanley marcó un antes y un después en el periodismo televisivo en México. TV Azteca y Televisa cubrieron el evento extensivamente, criticando al gobierno y exigiendo respuestas. Este caso se convirtió en un símbolo del poder de los medios para influir en la opinión pública y presionar a las autoridades.