Sinaloa, uno de los principales estados con mayor prevalencia de casos de Trastornos de la Conducta Alimentaria, señala especialista
Sinaloa ocupa uno de los primeros cinco lugares a nivel nacional de casos de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), trastornos mentales graves relacionados con elementos psicológicos y psiquiátricos que llevan a las personas a tener alteraciones en su alimentación en la idea de cambiar su imagen corporal, puntualizó la psicóloga Violeta Rubí Castro López.
La docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), informó que los trastornos de la conducta alimentaria pueden presentarse en cualquier persona sin importar la forma de su cuerpo, su peso, su género, su raza, ni edad, pero que con base en las estadísticas tiene una mayor presencia en las mujeres, sobre todo en la etapa de la adolescencia y en la adultez.
“Incidencia y prevalencia tenemos el top 5, entonces indagando un poco más sobre porque a diferencia de otros estados, pues aparecen muchas características que tienen que ver con el estereotipo de cuerpo que se nos exige, que se nos trata de imponer a las personas en Sinaloa, sobre todo a las mujeres”, indicó.
Explicó que estos trastornos se caracterizan por la restricción alimentaria extrema o la restricción acompaña de conductas purgativas y que entre los más frecuentes y con mayor prevalencia en la población, está la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón.
“Los trastornos de la conducta alimentaria son trastornos multifactoriales y esto los vuelve muy complejos, no hay una causa específica como tal, más bien son el conjunto de varias características que están unidas que van desde antecedentes genéticos, causas biológicas desde el contexto, lo que hemos aprendido e incluso el entorno en el que crecemos puede potenciar el que se desarrolle un trastorno de la conducta alimentaria”, señaló.
En ese sentido, manifestó que en Sinaloa, el factor cultural pone en mayor riesgo a las personas, esto al tratar de orillar a las personas a encajar en un estereotipo de cuerpo; asimismo mencionó que algo tan sencillo como el hacer comentarios sobre el aspecto físico puede ser un detonante que lleve a la persona a cambiar abruptamente su patrón de alimentación y desarrolle alguno de los trastornos de la conducta alimentaria con el objetivo de modificar su cuerpo para ya no recibir ese tipo de comentarios.
La colaboradora del cuerpo académico Procesos Psicológicos, Psicosociales y de salud mental, quien ha participado en la promoción de estrategias de prevención, así como visualizar y concientizar sobre los TCA, recomendó a las personas que padezcan alguno de los trastornos de la conducta alimentaria a que acudir con un especialista en la atención de este tipo de trastornos para brindar el tratamiento adecuado.
“Una estrategia de prevención que tratamos de promover e implementar es tratar de cambiar la conversación y no hablar sobre los cuerpos, del cuerpo de las personas no se habla, no se opina, no se juzga y si vamos a hablar de un cuerpo que sea el de nosotros y ojalá lo hagamos con amabilidad”, dijo Castro López.