Madre mató a hijo con cáncer con «gran dosis de morfina»; lo confiesa antes de morir por la misma enfermedad
Una mujer en Reino Unido, de nombre Antonya Cooper, murió este fin de semana a los 77 años a causa de cáncer de mama, páncreas e hígado. Antes de morir, confesó que 43 años antes, en 1981, le dio a su hijo Hamish de siete años de edad una gran dosis de morfina para acabar con su vida y evitarle el dolor que le causaba un cáncer avanzado.
La mujer compartió su historia con la BBC con el objetivo de promover cambios a la regulación sobre la muerte asistida en Inglaterra, una práctica ilegal en ese país.
Hamish tenía cinco años cuando le diagnosticaron neuroblastoma, un tipo de cáncer poco frecuente, que afecta sobre todo a los niños. Aunque los médicos estimaban que viviría tres meses, su vida se alargó gracias al tratamiento médico, aunque sufría dolores.
«La última noche de Hamish, cuando me dijo que le dolía mucho, le dije: ‘¿Quieres que te quite el dolor?’ y me respondió que ‘sí, por favor, mamá’. Y a través de su catéter le administré una gran dosis de morfina que acabó tranquilamente con su vida».
La mujer dijo estar segura de que cuando su hijo le pidió quitarle el dolor, sabía lo que iba a ocurrir. «Yo lo quería, no iba a dejarlo sufrir. Siento que él realmente sabía a dónde iría».
Pese a ello, admitió que sabía que estaba cometiendo un asesinato, por lo que al confesar los hechos remarcó que si debía enfrentar consecuencias por estos actos, debían ser rápidas pues ella misma estaba muriendo.