Ultra ricos amenazan con salir de Gran Bretaña por nueva reforma fiscal sobre impuestos

Para el empresario ultra rico Bassim Haidar, vivir en Londres se ha convertido en un lujo caro que ya no puede justificar.

Mientras el nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, se instala en el número 10 de Downing Street, Haidar está buscando casas en Grecia y Mónaco, porque una reforma propuesta del impuesto a las sucesiones convertirá a Gran Bretaña en una zona “prohibida” para los ricos, aseguró.

Starmer dice que la reforma hará que el sistema fiscal británico sea más justo y recaudará fondos para los servicios públicos sobrecargados.

Aunque apoya algunas reformas, Haidar dice que los cambios propuestos podrían dañar la economía si los dueños de empresas internacionales deciden abandonar Gran Bretaña o evitar mudarse aquí, socavando su reputación como incubadora de empresas incipientes.

El gobierno conservador, recientemente derrocado, esbozó planes sorpresa en marzo para eliminar gradualmente el régimen fiscal británico de “no residentes”, que tiene siglos de antigüedad y exime a las personas ricas de pagar impuestos sobre los ingresos obtenidos en el extranjero.

Pero en vísperas de su victoria electoral del 4 de julio, el partido laborista de Starmer, de tendencia izquierdista, prometió también eliminar las exenciones permanentes que los “non-domiciliados” nacidos fuera del Reino Unido que podrían obtener si depositan activos fuera del país en un fideicomiso dentro de los 15 años siguientes a su traslado a Gran Bretaña.

Ahora que el polvo se ha asentado tras el regreso del laborismo al poder, Haidar quiere que Starmer y la ministra de finanzas, Rachel Reeves, reconsideren estos planes y los reemplacen con un nuevo impuesto anual de seis cifras para las personas con un patrimonio neto superior a 5 millones de libras (6.52 millones de dólares).

Haidar estima que un impuesto de 150,000 libras podría recaudar 4,000 millones de libras adicionales al año para el gobierno, lo que aumentaría las arcas estatales sin provocar un éxodo de los ricos no-domiciliados.

“La idea de que el Reino Unido es simplemente demasiado bueno para abandonarlo es incorrecta”, dijo este ciudadano libanés nacido en Nigeria, de 53 años.

“Es injusto que se graven tan fuertemente las riquezas generadas fuera de Gran Bretaña, quizás años antes de que la gente se mudara al Reino Unido”, señaló, instando al gobierno a sentarse con los millonarios que se desplazan por todo el mundo y discutir reformas fiscales que, según él, pueden poner en riesgo los empleos en el Reino Unido.

Organizaciones como Patriotic Millionaires UK también están haciendo campaña para introducir gravámenes anuales a la riqueza de los superricos.

Establecer un impuesto del 2% con un umbral de 10 millones de libras al año afectaría a unas 20,000 personas, pero recaudaría hasta 24,000 millones de libras al año, estima el grupo.

Con información de Reuters