Necesario cuidar la piel, ya que es el órgano más grande del cuerpo humano; su salud requiere de un enfoque integral, señala especialista

La salud de la piel no solo depende de factores externos, sino también de un enfoque integral que incluya el cuidado del intestino y la gestión del estrés, por lo que es muy importante hacer conciencia de éste que es el órgano más grande del cuerpo humano, consideró la dermatóloga del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Mariana Rochín Tolosa.

“Las funciones de la piel son muchas, principalmente la piel forma una barrera que nos protege de todo lo que es el medio externo, así como también viene siendo un espejo de todo lo interno, o sea, de todos los metabolismos internos, y bueno obviamente tiene una función como de barrera, es una función protectora en cuanto a infecciones, por ejemplo, nos ayuda también a regular la temperatura, a evitar la pérdida de agua”, enfatizó.

La especialista en el cuidado y tratamiento de la piel enfatizó que la alimentación, la actividad física, el descanso, las toxinas a las que nos exponemos, el estrés acumulado, la conexión con la naturaleza e incluso la gente que nos rodea, todos son factores que influyen directamente a la salud y aspecto de la piel.

“No nada más son los factores externos los que influyen en la salud de la piel, sino también vemos que algunas cuestiones internas pues también van a interferir en la estabilidad y el cuidado de la piel. ¿Cómo podemos cuidar nuestra piel? Pues principalmente de forma externa aplicando nuestros productos, y ya va a depender de cada persona de cada tipo de piel, si existe algún padecimiento en particular, esto es no usando cosas muy agresivas o abrasivas para la piel”, detalló.

Así mismo, describió que para tener una piel radiante y saludable que refleje el bienestar interno es pues que debemos de cuidar que comemos, no excedernos de alimentos que nos inflamen, pero también cuidar el excesivo consumo de medicamentos, los cuales dañan el microbiota intestinal y esto, sin lugar a dudas, se refleja en la piel, presentándose entonces condiciones cutáneas como acné, psoriasis y el eczema.

Entre los hábitos que debemos adquirir la, dermatóloga comentó por ejemplo: mantener una dieta equilibrada que favorezca una microbiota intestinal, comer más frutas y verduras que son ricas en antioxidantes, hidratarse adecuadamente y desde luego la práctica de ejercicio, para manejar el estrés y combatir el envejecimiento de la piel.