Cecilia Covarrubias: una historia de vida, esperanza y fortaleza tras vencer el cáncer de mama
Culiacán, Sinaloa. – A los 27 años, Cecilia Covarrubias recibió una noticia que cambiaría su vida por completo. En 2016, durante una revisión médica por una bolita en su pecho, los estudios revelaron que era un tumor maligno, a pesar de la edad y de no tener antecedentes ni factores de riesgo.
En cuestión de días, pasó de la incertidumbre y del shock por la noticia al quirófano para una mastectomía radical en uno de sus pechos.
“Obviamente, lo primero que se te viene a la cabeza es que te va a morir, porque la palabra cáncer la asociamos con muerte”.
El diagnóstico fue devastador, pero Cecilia decidió no perder tiempo en lamentaciones. Enfrentó un proceso largo y doloroso: quimioterapias, pérdida de peso, caída del cabello, además de un tratamiento hormonal de cinco años debido a que su tipo de cáncer se atribuye a la producción excesiva de estrógenos, que le provocó una menopausia temporal y la posibilidad de no cumplir con uno de sus mayores deseos: ser madre. Sin embargo, su espíritu nunca se quebró.
“Pues a cada persona le afecta distinto, en mi caso, si me vi muy mal, adelgacé mucho, desmayos, hemorroides, sangrado, lo que te puedas imaginarme pasó, después vino un tratamiento hormonal y tanto el tratamiento como la quimioterapia me inhibieron la menstruación estuve en una menopausia inducida y a los tres años mi cuerpo solito hizo su trabajo y me dijo tú eres joven y volví a menstruar”.
Hoy, casi nueve años después, Cecilia celebra la vida con más fuerza que nunca.
“El cáncer me quitó muchas cosas, pero me dio una nueva forma de ver la vida. Aprendí a valorar el tiempo, la salud y a las personas que realmente están contigo cuando más las necesitas”.
A pesar de haber perdido un embarazo y ser diagnosticada con hipotiroidismo, una posible secuela del tratamiento, logró cumplir su mayor sueño: ser madre.
“Mi bebé es mi milagro, mi motivo. Cada día me recuerda que valió la pena luchar”.
Su proceso de reconstrucción física y emocional ha sido acompañado por la Fundación GAMMA, donde hoy apoya a otras mujeres que enfrentan la misma batalla.
Convencida de que la detección temprana salva vidas, Cecilia invita a las mujeres a conocer su cuerpo, a realizarse estudios y no esperar a los 40 años para revisarse.
“El cáncer no avisa ni discrimina. Tócate, explórate, hazte tu chequeo. No podemos prevenirlo, pero sí detectarlo a tiempo”.
Desde su experiencia, Cecilia se ha convertido en un testimonio vivo de esperanza y resiliencia.






