Sólo 30 por ciento de personas con hipertensión arterial lleva control médico
México.- La hipertensión arterial, la llamada “asesina silenciosa”, es la primera causa de enfermedad y muerte dentro de los padecimientos cardiovasculares en México.
El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Pablo García Acosta, informó que son 31 millones de mexicanos los que tienen ese padecimiento.
De ellos, agregó, cerca de 40 por ciento ignora que tiene la enfermedad y el porcentaje restante que sí conoce el diagnóstico, únicamente 30 por ciento lleva un control médico.
Entre los factores de riesgo para que se presente es tener colesterol elevado, exceso de peso, sedentarismo, estrés, antecedentes familiares y consumo excesivo de sal y alcohol e ingesta insuficiente de potasio.
El experto de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala recordó que para controlar esta enfermedad, la Organización Mundial de la Salud recomienda manejar el estrés, seguir una dieta saludable, hacer ejercicio físico, mantener peso adecuado y evitar fumar.
Además, destacó en un comunicado de la máxima casa de estudios, las personas deben conocer sus niveles de presión y si es mayor a 140/90 milímetros de mercurio (como se mide) hay hipertensión.
Las principales complicaciones de la hipertensión arterial se concentran en cerebro, corazón y riñón. Cuando avanza su desarrollo, ocasiona otros padecimientos que causan desde dolor de cabeza y problemas de visión, hasta náuseas, hemorragias nasales y confusión.
Ello se da porque con la presión alta aumenta el trabajo del corazón, lo debilita y en consecuencia incrementa el riesgo de complicaciones como infarto, insuficiencia cardiaca y accidentes vascular cerebral. Las afectaciones pueden ser hasta trastornos en los riñones.
Cifras de la Secretaría de Salud, en 2018, revelan que la “asesina silenciosa” tiene mayor prevalencia en mujeres que en hombres, y que el grupo de edad más afectado es de 70 a 79 años.
La presión arterial es, según la Guía para Pacientes con Hipertensión Arterial de la Secretaría de Salud, «la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias como resultado de la función de bombeo que tiene el corazón, el volumen sanguíneo, la resistencia de las arterias al flujo y el diámetro de la luz arterial».
Los médicos generales pueden diagnosticar el padecimiento, y son los cardiólogos e internistas quienes tienen especialidades que les permiten atender casos complejos.
Con información de Notimex.