Laparoscopía ginecológica es segura, de rápida recuperación y con menor dolor
La laparoscopía ginecológica es un procedimiento de mínimo acceso, se utiliza para examinar los órganos de la cavidad abdomino-pélvica, además con ella se pueden realizar múltiples operaciones que representan en la paciente rápida recuperación, excelentes resultados cosméticos y menor dolor, destacó la especialista Marisela Sánchez Bojórquez.
La gineco obstetra del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) detalló que esta técnica consiste en el abordaje de la pelvis por medio de una endocámara y pinzas que se introducen a través de incisiones en la piel, que van de 5 a 10 milímetros, y el procedimiento se realiza observando una pantalla de video conectada con la endocámara, con la ventaja de tener una vista del campo quirúrgico ampliada y de alta resolución.
Comentó que con esta técnica de mínimo acceso el especialista mientras mira en un monitor de video, puede realizar diferentes prácticas como es el obtener muestra de tejido (biopsia), buscar la causa de cualquier síntoma, extraer tejido cicatricial u otro tejido anormal, como el de una endometriosis, reparar o extirpar parte o todos los ovarios o las trompas, reparar o extirpar el útero, así como realizar otros procedimientos quirúrgicos.
“Las ventajas de la laparoscopía principalmente son reducir la morbilidad posoperatoria quirúrgica, ¿cuáles? Menor riesgo posoperatorio, mejor resultado cosmético y mayor recuperación y reincorporación en las actividades de la paciente. Prácticamente en una cirugía laparoscópica la paciente ya está recuperando sus actividades”, explicó.
La doctora universitaria enfatizó que la cirugía laparoscópica es una técnica que permite visualizar y diagnosticar patología abdominal sin necesidad de cirugía abierta, que puede ir desde pequeñas intervenciones hasta la realización de procedimientos quirúrgicos mayores.
Sobre los riesgos de utilizar este tipo de intervención quirúrgica, Sánchez Bojórquez destacó que, si bien existen algunas complicaciones, estas son poco probables, como pueden ser las relacionadas con la anestesia: alteraciones cardiacas, accidentes vasculares cerebrales, neumonía, así también otros riesgos que se pueden presentar, como en cualquier otra operación son: infección profunda, hemorragia en cavidad abdominal, lesiones intestinales, cicatrización dolorosa, entre otras.
Enfatizó que la elección de realizar la laparoscopía quedará a juicio del ginecólogo en combinación del paciente, pero además de acuerdo a las necesidades que se presenten en el momento de realizar la intervención.