Fracturas en los niños son comunes pero no graves si se tratan a tiempo: traumatólogo
Las fracturas en los niños son muy comunes, y aunque la palabra puede sonar grave, esto solo es un hueso roto que tratado por el personal especializado rara vez necesita reparación por medio de cirugía, por lo que en la mayoría de las veces requiere inmovilización, mediante una férula de yeso, destacó José Daniel Cortez Flores.
El traumatólogo y ortopedista del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) dijo que las caídas causan la mayoría de las fracturas en este grupo de edad, pero las de hueso más graves suelen ser resultado de accidentes viales.
Puntualizó que los huesos jóvenes son más flexibles y tiene una capa más gruesa, lo que les permite absorber mejor los golpes, por lo que las fracturas en los niños rara vez necesitan de una cirugía para estas lesiones.
El especialista manifestó que debido a que los huesos de los niños siguen en crecimiento, son vulnerables a otro tipo de fracturas que no ocurren en los adultos, lo que puede implicar daño a las placas epifisiarias (placas de crecimiento en los extremos de los huesos), las cuales regulan el crecimiento futuro.
“Si esta parte del hueso no sana adecuadamente después de la fractura, el hueso puede crecer con cierta inclinación o mas lento que los otros huesos del cuerpo. Lastimosamente, el impacto sobre el crecimiento del hueso puede no ser visible por un año o más después de la lesión, por lo que estas fracturas las debe controlar de cerca el ortopedista pediatra durante doce o dieciocho meses para asegurarse de que no haya daño en el crecimiento”, expresó.
Así mismo Cortez Flores comentó que no siempre es fácil determinar cuándo un hueso esté roto, especialmente si el niño es demasiado pequeño como para describir lo que siente, por lo que se debe entonces considerar que no porque se pueda mover el hueso se descarte la fractura.
Recomendó que cuando nuestros niños sufran una lesión de este tipo, en el momento no se les dé nada de beber, ni para aliviar el dolor sin antes consultar con un médico, pero si es un niño mayor, puede usarse compresas frías sobre la lesión para reducir el dolor, aclarando que si se aplica frío en los bebés y niños pequeños esto puede producir otras lesiones a la piel delicada de ellos.