Proman invertirá 1,200 millones de dólares para planta de fertilizantes en Topolobampo
Proman, uno de los principales productores de amoniaco en el mundo, construirá una planta en Sinaloa, que en tres años producirá 2,200 toneladas métricas del gas para vender en México, exportar a Asia, California y Sudamérica.
David Cassidy, presidente de la compañía, se siente contento con la inversión de 1,200 millones de dólares que realizará en el puerto de Topolobampo, después de siete años de trámites y autorizaciones.
“La inversión en este tipo de proyectos es enorme y pude reunirme con distintas compañías del negocio y ver qué oportunidades se presentaban. Supimos que la Comisión Federal de Electricidad desarrollaba grandes proyectos de tuberías con eso podríamos dar el servicio al mercado asiático sin tener que pasar por el canal de Panamá”, explicó el directivo en su reciente visita al país.
Nosotros, detalló, buscábamos algún puerto en el océano Pacífico como Guaymas o Manzanillo, pero Topolobampo, en Sinaloa, tiene un proyecto portuario exitoso y además tiene acceso al muelle de la terminal de Petróleos Mexicana (Pemex), lo que se sumaba a una excelente ubicación.
“Se trata de un puerto natural que puede servir al mercado de Asia; además, la mayor parte del consumo de todo el fertilizante de México se encuentra en un radio de 200 a 300 kilómetros de distancia, al norte y sur del país”, comentó el directivo escocés.
Los planes para la región son grandes, aseguró el directivo. Producir amoniaco será muy agradecido por el sector agrícola nacional, se importa 100% del gas que sirve de base para muchos fertilizantes. “Los agricultores tienen problemas básicamente de abasto desde hace 15 o 20 años y les podremos surtir la materia prima, como lo hacemos en otras partes del mundo, podemos diversificar nuestro portafolio a otros productos como el metanol, lo que permitirá el desarrollo de la industria local y exportar a diversas latitudes”, explicó David Cassidy.
El directivo de la empresa suizo-alemana reconoce como retos la incertidumbre jurídica por posibles amparos por intereses económicos de organizaciones medio ambientales, indígenas y de lucha social. También, detalló, que su socio local tenía otras oportunidades de inversión, por lo que no participó, Pemex no estaba interesado en el proyecto. “El proceso medio ambiental, no sólo en México, sino en todo el mundo se ha complicado. También los bancos que visitamos nos pedían una serie de estudios de viabilidad con una regulación medioambiental estricta, que significa que nadie quiere firmar la viabilidad”, comentó Cassidy que vivió unos años en México en su juventud.
“Entonces, todo el tema toma mucho tiempo, es caro y pagas 1 millón de dólares por un estudio medio ambiental y el banco dice que require que lo revise otro consultor independiente hasta que quede contento el banco”, detalló.
Finalmente, el financiamiento provino del banco alemán KFW, institución con la que Proman trabaja desde hace más de 30 años.
Se cuestiona a David Cassidy, ¿cuál sería la clave para el éxito del proyecto? La respuesta es simple: tener cooperación local, emplear la menor cantidad de trabajadores extranjeros, buscar talento local y capacitarlo.
“Queremos desarrollar un sentimiento de pertenencia a la comunidad y de propósitos en común. Queremos ser una parte integral de la comunidad, de su economía, en beneficio no sólo del proyecto en sí, sino de que la gente mejore”.
De acuerdo con la empresa, los salarios promedio en la región rondan en 5,000 pesos mensuales, pero en sus instalaciones el pago será de entre 17,000 y 25,000 pesos mensuales y se generarán alrededor de 2,000 puestos de trabajo.
Cuando la planta esté terminada en el 2023, representará 12% de la producción mundial de la empresa que opera en naciones como Alemania, Trinidad y Tobago, Singapur, Canadá, Taiwán y Chile.
El empresario comentó que el mandatario Andrés Manuel López Obrador quiere apoyar la agricultura. “Nosotros queremos ser sus aliados en ese tema, capacitar a los agricultores, queremos trabajar con instituciones locales”.
Cassidy habló de la inseguridad en el país. Reconoció que existe la violencia, pero eso existe en todas partes. No es algo que les preocupe, les ocupa. Dijo que buscan el bienestar de sus trabajadores, que crezcan. “Tal vez soy muy ingenuo, no sé, pero vemos la situación y definitivamente México no es el peor lugar del mundo para estar».
Con información de El Economista