Austeridad que paraliza

Eduardo Valdez Verde

La idea de hacer más con menos recursos en las instituciones de Gobierno, siempre ha sido el objetivo a alcanzar. Al pueblo le gusta oír que se está gastando menos y que se cuida el dinero público.

Unos más y otros menos, pero ya antes de esta administración lopezobradorista, gobiernos estatales y municipales venían ajustándose el cinturón.

El propio gobierno de Sinaloa, con la llegada de Quirino Ordaz, hizo lo propio y en sus recortes de gastos metieron navaja en rentas de oficinas, vehículos, gasolina, viáticos y uso de celulares.

Uno de los tantos errores de la llamada 4T, es que López Obrador y sus seguidores creen que con ellos se inició todo lo bueno y antes todo estaba mal hecho.

De ahí pues, que a machete quieran cortar con el pasado, sin conservar las cosas que sí funcionaban bien.

En descargo, se debe reconocer que en las pasadas administraciones se cometieron excesos en los gastos e infinidad de abusos en el manejo del dinero público. Es plausible que eso se haya terminado o que por lo menos se intente acabar con los derroches insultantes que iban desde viajes al extranjero hasta gastos en comidas o salones de belleza.

Bienvenida la austeridad cuando se trata de evitar abusos y cuidar al máximo los recursos del pueblo.

Hasta ahí estamos bien. Hay que apoyar la austeridad que promueve el Presidente.

En lo que ya no se puede estar de acuerdo, es en los extremos a los que ha llegado la Federación en sus recortes presupuestales.

Tan lejos se ha llegado que hay dependencias federales en las que se ha recortado hasta el 75% del gasto operativo, dejando prácticamente paralizadas muchas áreas de gobierno. Oficinas sin recursos ni para operar el día a día, sin hojas para copias, sin internet, sin gasolina y sin papel de baño.

El colmo ha sido la puntada de disminuir el número de computadoras en la secretaría de Economía y pedirle a los empleados que sean «compartidos» y se presten los equipos de cómputo.

Para rematar, la ocurrencia de AMLO: Ni Morelos ni otros héroes que nos dieron patria necesitaron computadoras en su lucha por un México mejor.

En esta mal entendida austeridad republicana, quienes la sufren al final de la cadena, son los ciudadanos que tienen servicios de pésima calidad, con servidores públicos resentidos, molestos y menos comprometidos con su trabajo.

No sabemos hasta dónde seguirán ajustando el cinturón con esta política de cerrar cada vez más la llave del dinero, lo que sí sabemos es que la austeridad no debió llegar al grado de ahogar y paralizar muchas áreas del servicio público que ya de por sí venían funcionando mal.

LIBRETA DE APUNTES

Medio quiere el PRI levantar la cabeza cuando el Gobierno federal le asesta un «estatequieto». La captura de César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, trae preocupados a muchos priístas que recibieron recursos para campañas políticas.

La extradición del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, ni se diga. Este ya pactó con el gobierno de López Obrador y a cambio de beneficios para él y su familia, no dudará en echar a los tiburones a peces grandes del PRI y de otros partidos que fueron beneficiarios de muchas transas.

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