Reto abierto al Estado

Eduardo Valdez Verde

Apenas había terminado la gira del Presidente Andrés Manuel López Obrador por los estados de Jalisco, Colima y Guanajuato, y ya circulaba en redes sociales un video que en minutos se volvió viral.

Las imágenes, grabadas con toda la intención de lanzar un descarado reto al Gobierno federal, exhiben a no menos de 80 sujetos uniformados y con armas de grueso calibre a bordo de camionetas blindadas con logos del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Conforme la cámara avanza por el interminable desfile de vehículos todo terreno, los tipos armados gritan: «Pura gente del Señor Mencho», en referencia a Nemesio Oceguera Cervantes, uno de los delincuentes más buscados y por quien el Gobierno de Estados Unidos ofrece recompensa.

De inmediato el Secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, salió a decir a través de un twitter que ese video era un montaje y que ningún grupo delictivo tiene la capacidad suficiente para enfrentar con éxito a las fuerzas del estado.

Ignoro cómo es que Durazo determinó tan pronto que eso se trataba de un montaje, pero haya sido o no un montaje, el video generó el impacto que los delincuentes buscaban: decirle al Gobierno que ese territorio que recorrió el Presidente es de ellos y de nadie más.

Ese video de unos cuantos minutos dejó en claro una vez más que los grupos delictivos se mueven en el país con mayor descaro e impunidad, mientras desde el poder presidencial se les siguen prometiendo abrazos y pidiéndoles que se porten bien.

El video del autonombrado grupo Elite del Cártel Jalisco, deja en la sociedad esa sensación de desamparo ante delincuentes cada vez mejor armados y organizados que los cuerpos de policías estatales y municipales que son literalmemte borrados del mapa.

Ese video nos lleva a recordar aquel jueves negro que se vivió en Culiacán, donde el Cártel de Sinaloa demostró su poderío, su organización y su descaro para tomar la capital del estado y liberar a Ovidio Guzmán, una acción tan rápida que obligó a las autoridades federales a doblar las manos en cuestión de horas.

El menos indicado para hablar de montajes es Alfonso Durazo, quien estuvo al frente del operativo en Culiacán y a quien le tronó en las manos. Ya debería haberse dado cuenta que estos grupos delictivos no necesitan de montajes para demostrar su poderío.

Ante esa fuerza exhibida por los narcotraficantes, la última línea de combate, la última esperanza de defensa son las fuerzas armadas, porque son las únicas con la capacidad, con armamento y entrenamiento para poderle entrar al combate de estos cárteles.

Ante el reto lanzado, el Estado no se puede ocultar bajo el argumento de que el video es un montaje y sólo propaganda, se les debe combatir y lanzar un mensaje a la sociedad de que alguien la está defendiendo y que no todo está perdido.

LIBRETA DE APUNTES

En la revisión de las cuentas públicas de los municipios de Sinaloa, el Congreso se ha topado con irregularidades, desvíos y malos manejos de todo tipo.

Bien por los diputados que han puesto ojo crítico al tema, ojalá haya sanciones contra los responsables. El problema es que históricamente no ha pasado nada.

¿O sabe usted de algún alcalde, secretario o director de área procesado o siquiera citado ante el ministerio público para responder por sus malos manejos?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *