40% del personal de funerarias enfermó de COVID y 3 mil fallecieron; sector pide ser vacunado
Después de 10 años dedicándose al sector funerario, Gustavo Serrano estaba acostumbrado a usar un overol que le cubre todo el cuerpo, guantes, cubrebocas y careta para poder manipular los cadáveres, por eso cuando llegó la pandemia de coronavirus ya tenía claro que el equipo de protección era indispensable. Lo que descubrió después es que quitarse los aditamentos también era fundamental.
“Sí nos poníamos bien el equipo, pero no teníamos bien establecido un protocolo para quitarlo. Con que te quites mal el cubrebocas, prácticamente te metes la enfermedad a la nariz. No teníamos el cuidado. El overol, por ejemplo te lo quitabas como ropa normal”.
En alguno de esos días de servicio de mayo pasado, durante el primer periodo máximo de muertes en el Valle de México, Gustavo y su compañero –con quien entraba a los anfiteatros por los cuerpos de fallecidos infectados– se contagiaron de la COVID. Transmitieron el virus a los cuatro empleados restantes de la funeraria y ellos a sus familias. En total fueron 20 personas contagiadas.
Su caso no es el único. Los empleados de servicios funerarios se han convertido en otro sector indispensable en la pandemia y que al estar en contacto con el virus cuerpo a cuerpo tienen mayor riesgo de contagio.
En los 11 meses de pandemia, 40% de los 49 mil empleados del sector funerario han sido contagiados de la COVID a nivel nacional, y de ellos, 3 mil fallecieron, de acuerdo con el registro de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias de México que agrupa a 6 mil funerarias en todo el país.
Por eso, dice Francisco Adrián Alvarado Madera, el presidente de la Asociación, su gremio envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la Secretaría de Salud para solicitar que sean considerados en el programa nacional de vacunación, a la par del personal de salud.
“Estamos día a día entrando a depósitos cadáveres, los manipulamos, los trasladamos, atendemos a los familiares que probablemente también están contagiados. Las funerarias están en primera línea dando servicio, nunca hemos parado y no estamos incluidos en el programa nacional de vacunación”, lamenta Alvarado Madera.
El sector es parte fundamental en la pandemia, son el último eslabón en el proceso de una persona contagiada y ante el incremento de fallecimientos, como nunca en los 11 meses de pandemia en México, están saturados. La espera por una cremación alcanza hasta cinco días debido a la acumulación de cadáveres, los insumos para ataúdes y urnas comienzan a escasear y subir de precio.
Con información de Animal Política.